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El PSIB y MÉS, que gobiernan en coalición gracias al apoyo parlamentario de Podemos, han abogado por resolver con «la máxima celeridad» la sustitución como presidenta del Parlament de Xelo Huertas tras su expulsión de Podemos.

Tanto el portavoz de MÉS per Mallorca, David Abril, como el del grupo socialista, Andreu Alcover, han empleado la misma expresión para subrayar la necesidad de solventar con agilidad la crisis que afecta al segundo cargo de mayor relevancia institucional del archipiélago.

«Si se puede resolver hoy o mañana no hay que esperar a las fiestas», ha declarado Alcover, que ha lamentado que «una decisión de un partido afecte tan gravemente a la primera institución y la segunda autoridad» del archipiélago.

Los socialistas exigirán que se reúna cuanto antes la comisión de seguimiento del pacto de gobernabilidad de PSIB, MÉS y Podemos y que sea este órgano el que determine si la presidencia del Parlament debe seguir siendo ocupada por un diputado podemista.

Si Huertas no dimite antes, su expulsión debería ser instada en cumplimiento del reglamento de la cámara una vez sea expulsada del grupo parlamentario del que forma parte, ha recordado Alcover, que ha reclamado a Podemos que actúe en este sentido para no demorar la crisis.

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A su juicio, Podemos ha mostrado «cierta negligencia» en la gestión de este conflicto interno, ha dicho el diputado, que ha reprochado al partido de los círculos que haya anunciado la expulsión definitiva de Huertas el día en el que se aprueban los presupuestos autonómicos de 2017.

Esta misma crítica ha expresado David Abril, para quien Podemos ha provocado un «espectáculo» y un «vodevil» en el momento más inoportuno.

Para el diputado de MÉS, la situación creada es «grave», y requiere de agilidad en su resolución. «Aquí no se puede ir nadie de vacaciones hasta que resolvamos esta cuestión», ha sostenido.

Como su colega socialista, Abril ha eludido entrar a debatir si Podemos debe mantener o no la presidencia una vez cese Huertas, y ha instado a los grupos de izquierdas a replantearse el funcionamiento de su pacto antes de «hablar de sillas».

«La mala manera de hacer de unos nos acaba afectando a todos», se ha quejado el portavoz de MÉS, que se ha declarado enfadado con sus socios parlamentarios de Podemos.