Los centros docentes desconocen los antecedentes escolares de muchos de sus alumnos inmigrantes. | Jaume Morey

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La mayoría de alumnos extranjeros de Balears llega sin ninguna certificación de títulos, diplomas, notas o expedientes académicos que acredite su escolarización en sus países de origen.

La Conselleria d’Educació i Universitat no dispone de una cuantificación precisa al respecto, pero sí la constancia de que la tónica habitual en el proceso de escolarización de alumnos extranjeros es que no tengan ninguna acreditación o certificación académica oficial de sus lugares de procedencia.

En el curso 2015-16, los alumnos extranjeros en el sistema educativo de Balears fueron 26.119, de un total de 132 países de procedencia (la ONU reconoce 194 estados soberanos). Así, los estudiantes extranjeros no universitarios representaron el 14,5 % del total. En ese curso, los alumnos extranjeros que se incorporaron al sistema fueron 2.267.

Por continentes, el conjunto de estudiantes extranjeros se distribuyó de la siguiente manera: 8.703 africanos, 8.680 europeos, 6.862 americanos y 1.874 asiáticos. De todos ellos, sólo disminuyen los americanos.

Luis Vidaña, jefe del Servei d’Escolarització de la Conselleria, explica que «no disponemos de cuantificación de los alumnos extranjeros que llegan sin certificación académica oficial de sus países de origen, pero son una amplia mayoría. En estos casos, el alumno es atendido por el tutor y el orientador del centro docente donde ha sido escolarizado y se determina a qué curso debe incorporarse. Lamentablemente, un estudiante puede demostrar conocimientos, pero si no conoce las lenguas oficiales, puede acabar hasta dos cursos por debajo de lo que le correspondería por edad».

A la inversa sí existe cuantificación. Vidaña indica que «los alumnos extranjeros de Balears que en 2016 pidieron aquí una certificación o acreditación académica para regresar a sus países de origen o marchar a otros lugares fueron 267, de un total de 28 países. Los más numerosos fueron los ecuatorianos, con 65, seguidos de bolivianos, búlgaros y colombianos, con 31, 28 y 20, respectivamente. La fuerte presencia de latinoamericanos que piden una certificación para marchar refleja su tendencia a regresar a sus lugares de origen, principalmente al acabar el año natural, que coincide con el inicio del curso escolar en esos países».

Curiosamente, los alumnos que piden certificación académica para marcharse disminuyen respecto a años anteriores, lo que se relacionaría con la recuperación económica actual en Balears.