Un hombre camina por Bunyola, durante la nevada. | M. À. Cañellas

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La presión asistencial en las Urgencias de los hospitales públicos continúa en aumento y la situación se está agravando aún más con la llegada de la nieve y el intenso frío.

La gripe y las patologías de invierno (resfriados, bronquitis, faringitis y neumonías) siguen incrementándose y son muchos los ciudadanos que optan por acudir a los hospitales, sin pasar previamente por los centros de salud o PAC, a pesar de las recomendaciones de la Conselleria de Salut y el IB-Salut, que utilizan las redes sociales para informar a la población sobre la importancia del seguimiento de los enfermos crónicos o sobre el uso correcto del servicio de urgencias potenciando el uso de la Atención Primaria y el 061-Salut Respon, e incluso ofreciendo consejos sobre cómo hacer frente a la gripe.

Este martes por la tarde había 61 pacientes esperando ingreso en los hospitales públicos de Balears, 28 en Son Espases, 23 en Son Llàtzer, 5 en el Hospital Comarcal d’Inca y otros 5 en Manacor.

Sin techo

Creu Roja mejora sus servicios para las personas sin hogar ante la ola de frío que atraviesa Mallorca. Margalida Plaza, la coordinadora de la Unidad Móvil de Emergencia Social, (UMES) afirma que «el protocolo por ola de frío lleva activo desde principio de año».

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Cruz Roja dedica una de sus unidades a mejorar la calidad de vida de las personas sin hogar. Una furgoneta recorre las calles del Palma para «motivar a la gente a que acuda a centros de acogida y, si acceden a entrar, acompañarlos hasta el lugar. Si lo necesitan, también les llevamos al hospital de urgencia». A todas las personas que escogen finalmente quedarse en la calle, Creu Roja ofrece «mantas, alimentos y consejos para minimizar los riesgos que supone estar en la calle con este frío».

El protocolo de frío ha ampliado el horario de intervenciones desde las ocho de la tarde las tres de la madrugada, siendo el normal de diez a tres. Además, procuran acortar el tiempo que dedican a cada persona para atender a todas las que necesitan su ayuda. Plaza asegura que cada noche atienden «a unas 40 o 50 personas en Palma», una cifra nada despreciable.

Los técnicos reciben llamadas de alerta desde la Policía Local, las ambulancias, los vecinos e incluso los propios usuarios. Éstos últimos suelen llamar al 112 utilizando una cabina o con el móvil de algún ciudadano solidario, y lo que más demandan es « un café con leche», aunque Plaza confiesa que «en muchas ocasiones lo que más necesitan es charlar un rato con nosotros; suelen ser personas que pasan mucho tiempo solas».

Esta ola de frío ha aumentado la demanda de las personas sin hogar para dormir en los centros de albergue municipal y resguardarse del temporal. Plaza afirma que «no es verdad que ellos no quieran ir, simplemente han sido personas que han vivido en exclusión social, y tienen una desconfianza enorme hacia los recursos. Ahí entra el trabajo de motivarles y ayudarles a que vayan a estos centros».

Según los últimos estudios realizados, en Mallorca se han contabilizado en una noche más de 150 personas durmiendo en las calles, 131 de ellas en Ciutat.