Imagen de la concentración de trabajadores de Orizonia en 2013. | M. À. Cañellas

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El juez de lo Mercantil número 1 de Palma, Víctor Fernández, ha acordado este lunes la suspensión del juicio de calificación por el concurso de acreedores del grupo Orizonia, que habían solicitado las partes por falta de algunas pruebas, y tendrá que volver a fijar una fecha para su celebración.

El magistrado ha admitido la petición de la partes por considerar causa justa la solicitud de suspensión ante la falta de presentación de una prueba pericial, por imposibilidad acreditada, por parte del grupo Carlyle que había sido considerada pertinente, así como ante la falta de citación de algunos testigos.

El juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma tenía previsto acoger durante tres días de esta semana y toda la siguiente el juicio de la sección de calificación del expediente concursal de Orizonia, para determinar las causas por las que se generó la situación de insolvencia del grupo turístico, si ésta fue culpable o fortuita, si existió agravación de la insolvencia, y de ser así a quien cabe atribuir la responsabilidad.

En la causa están personadas la administración concursal, las sociedades concursadas, una parte de los trabajadores afectados por la quiebra, así como sociedades de Carlyle.

De las 21 sociedades que conformaban el grupo Orizonia, la administración concursal considera que debe ser declarado culpable el concurso de 11 de ellas y reclama una indemnización global que asciende a unos 160 millones de euros. El juicio que debía comenzar hoy afectaba a la sociedad matriz del grupo.

El concurso de acreedores de Orizonia fue declarado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma en abril de 2013, dos meses después de que el grupo turístico anunciara el cierre a sus alrededor de 5.000 trabajadores. El accionista mayoritario era el fondo estadounidense Carlyle.