José Ramón Bauzá, con el equipo que le acompaña en la candidatura, que incluye a los diputados Camps y Mercadal. | Teresa Ayuga

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José Ramón Bauzá reunió este viernes a apenas 400 personas –700 según él– en el acto central de campaña por la presidencia del PP, un acto en el que los dos únicos cargos institucionales a los que se vio fueron los diputados menorquines Antoni Camps y Margaret Mercadal. La llegada de varios autobuses que llegaron más tarde de lo previsto consiguió completar el aforo que a diez minutos del inicio del acto apenas reunía a 150 personas.

Bauzá acudió acompañada por Carlos Delgado, Tomás Cortés, Aina Aguiló y Jordi Horrach , uno de los miembros de la candidatura de Jaume Bauçà que decidió sumarse a la opción de Bauzá cuando el otro se alió con Company. Entre el público se encontraban algunos excargos públicos del partido, como Mariano Socias, Segismundo Morey, Sebastià Sansó o Fanny Pol.

En su intervención, Bauzá apenas hizo referencias a su rival, más allá de alguna velada alusión a quienes son capaces de decir una cosa y luego la contraria. Sí tuvo serios reproches para el grupo parlamentario, de quien lamentó su política «light» en cuestiones como la derogación de la Ley de Símbolos o en materia de lengua. «Nosotros somos la candidatura de la unidad», señaló el expresident, quien insistió en que de las cuatro candidaturas que optaban en un principio a la presidencia, ha aglutinado a tres.

El expresident sacó una urna de la que extrajo tres banderas, la balear, la española y la del PP, que utilizó para asegurar que a él no le cuesta nada declararse tan mallorquín como español, «cosa que a otros sí les cuesta». En el acto de Bauzá también intervinieron quienes le acompañan en la candidatura. Aina Aguiló centró su intervención en materia lingüística y aseguró que la desidia del PP durante años «ha permitido la infiltración de la dictadura catalanista en Balears».