Imagen del proyecto comercial en ses Fontanelles, el último proyectado en la capital balear. | Redacción Local

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El Consell de Mallorca propone en el nuevo Plan de Equipamientos Comerciales limitar a 46.000 metros cuadrados las grandes superficies en Palma, considerada zona de nivel 1 en el proyecto por concentrar la gran mayoría de la población de la isla.

En concreto, la ordenación planteada establece que la superficie máxima en la capital balear y el área de Marratxí donde ya hay grandes comercios serán 40.000 metros cuadrados, con la posibilidad de añadir hasta un 15 % como «superficie complementaria» para cines, restaurantes y otros servicios de ocio.

El gobierno insular ha emitido un comunicado en el que indica que, tras recoger algunas de las alegaciones presentadas y negociar el proyecto con los distintos grupos políticos de la institución, se plantea una zonificación con cinco áreas de las que, al margen de la capital y su entorno inmediato, en el nivel dos se sitúan Inca y Manacor, donde los equipamientos comerciales no podrán rebasar los 13.000 metros cuadrados, más el 15 % (1.950 m2) para negocios complementarios.

El nivel 3 lo conforman «ámbitos con relevancia territorial, que asumen un papel significativo como prestadores de servicios», y su límite, incluyendo la superficie complementaria, será de 4.600 metros cuadrados.

En el nivel 4, «prestadores de servicios sobre un entorno inmediato», se fijará el techo de las superficies comerciales en 1.500 metros cuadrados, y en el nivel 5, los de núcleos de población menores, en 700 metros cuadrados. En estos dos últimos casos, la superficie complementaria puede aumentar los máximos en un 25 % y un 50 %, respectivamente.

Esta propuesta de plan de equipamientos comerciales corrige el aprobado provisionalmente en cuanto a que establece límites en el nivel 1, reduce y unifica los del nivel 2 y rebaja también los del resto de zonas.

En su comunicación pública, el departamento de Territorio e Infraestructuras del Consell subraya que la zonificación y las restricciones se han planteado dando prioridad a «la protección del medio ambiente, la ordenación del territorio y la protección de los consumidores».

La consellera Mercedes Garrido ha indicado que, principalmente, se pretende garantizar el equilibrio en materia de movilidad, «por eso se centra en la corrección, sobre todo, de los accesos a Palma, tanto en la autopista del aeropuerto como en la vía de cintura.