La soldado María Serantes y el suboficial mayor Antonio Martínez informan de que el Ministerio de Defensa es líder en formación contra el acoso sexual desde 2016. | Jaume Morey

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El suboficial mayor Antonio Martínez Pons es, desde enero, el primer asesor frente al acoso sexual por razones de género en el cuartel de la Comandancia General de Baleares. Se trata de una figura creada, a finales de diciembre de 2019, por el Ministerio de Defensa y dirigida por los órganos centrales, como el Estado Mayor del Ejército de Tierra. Martínez pasa a ser el responsable de la Unidad de Protección Frente al Acoso (UPA) en este cuartel de Palma, cuya finalidad será «prevenir el acoso laboral», y comprometerse a «actuar en menos de 24 horas» en caso de detectar un caso.

El papel de Martínez se rige por una serie de normas procedentes de la UPA, un órgano del propio Ministerio de Defensa que garantiza la prevención del acoso sexual y por razón de sexo en las Fuerzas Armadas. «La figura del asesor es imprescindible. Aquí la tolerancia es cero, y parte del principio de igualdad», asegura el suboficial mayor. Añade que los abusos o acosos sexuales «se miran en horizontal y en vertical. No solo de hombres a mujeres, viceversa o entre sexo, sino también entre superiores a subordinados, de subordinados a superiores y entre iguales».

Actuaciones

La víctima cuenta con tres vías para denunciar un posible acoso sexual: a través de la UPA, por la vía penal o vía de mando. Sobre el proceso de actuación en caso de recibir un caso de acoso sexual, Martínez explica que «lo primero que se hace es abrir un expediente. Separamos a la víctima de la persona agresora y, a continuación, avisamos al Jefe del Estado Mayor». Cuando el Ejército ratifica acoso sexual, automáticamente se abre un expediente disciplinario al agresor, queda suspendido de sus funciones y se le traslada. «Todo tiene que procesarse en menos de 72 horas», puntualiza el suboficial.

María Serantes es soldado y lleva alistada en el Ejército desde 2007. Su vocación viene de pequeña. «Sí veo escasez en cuanto a mujeres militares, pero yo miro a mi compañero como tal, no por su género. Nunca me he sentido menosprecia he sufrido algún tipo de acoso», comenta.

En cada unidad está la figura del asesor, que a su vez cuenta con un servicio médico, psicólogo y jurídico, «de manera que la víctima nunca está sola en esto». Martínez subraya esto último, y recuerda que «cualquiera del entorno de la persona afectada puede denunciar». Asegura que el acoso en el trabajo provocar traumas, lesiones o, incluso, suicidio.

Algunas unidades del Regimiento de infantería Palma 47 embarcaron ayer rumbo a Valencia,

Un caso de acosamiento en Palma en 2018

Las Fuerzas Armadas registraron tres presuntos casos de acoso sexual sufridos por mujeres soldados en los cuarteles de Zaragoza, Palma y Gerona en 2018. En el caso de Palma, ocurrió en el Regimiento 47 de Infantería. La víctima pidió la baja médica a consecuencia del acoso que sufría por parte de un teniente.

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra procedió a la apertura de un expediente disciplinario y, por otra parte, el teniente fue destinado a otro acuartelamiento. El Ministerio de Defensa aplicó, en todo momento, el protocolo frente al acoso (UPA), y se ofreció a la víctima de Palma apoyo psicológico y también jurídico.