El consumo actual del aeropuerto actualmente ya es superior al de municipios como Campos (10.600 habitantes), Binissalem (8.000) o Artà (7.700). | Twitter

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Terraferida ha manifestado este viernes que la reforma del aeropuerto de Palma supondrá que su consumo de agua potable pase de los 484.000 metros cúbicos (m3) anuales de la actualidad a 572.000 m2, un aumento del 18,18%. Los ecologistas aseguran que el consumo de 2018 -último año con datos completos- ya es superior a 33 de los 23 municipios de Mallorca.

Tal como explican, según los datos oficiales de la Dirección General de Recursos Hídricos, el consumo actual del aeropuerto actualmente ya es superior al de municipios como Campos (10.600 habitantes), Binissalem (8.000) o Artà (7.700).

Asimismo, indican desde Terraferida, el documento de estudio de impacto ambiental (EIA) del proyecto del aeropuerto de Palma, hace proyecciones para calcular el futuro consumo de agua y prevé un crecimiento de pasajeros del 2,63 % anual entre 2020 y 2025. Si este crecimiento continuara hasta 2030, el tráfico de pasajeros se dispararía hasta los 36 millones, explican.

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Los ecologistas señalan que «a pesar de congelar el crecimiento entre 2025 y 2030 sin justificación y prever un menor consumo de agua», que pasaría de los 18,9 litros/pasajero del 2018 a los 16,7 litros/pasajero en 2030, «el consumo se dispararía igualmente, pasando de los 484.000 m3 a 572.000 m3 en el año 2030». Esto triplicaría el consumo anual de municipios como Porreres o Algaida. El incremento por tanto, sería un 18 % superior a la actual. El consumo diario del aeropuerto según AENA, pasaría de los 1.325 metros cúbicos a los 1.569 metros cúbicos, aseveran.

Por esto, Terraferida hace un llamamiento a la movilización para este domingo 1 de marzo a las 17.00 horas, cuando está prevista una concentración ante la Delegación del Gobierno en Baleares convocada por la Plataforma contra la ampliación del aeropuerto.

Cabe recordar que desde hace unas semanas Aena mantiene su compromiso de «no incrementar la capacidad máxima» de movimientos por horas del aeropuerto de Palma y asegura que las obras planteadas «están encaminadas a mejorar la calidad».

En este sentido, el operador aeroportuario reivindica que «la necesidad de hacer compatible» el desarrollo del transporte aéreo con la conservación del entorno «precisa un modelo de actuación basado en el equilibrio entre los factores económicos, sociales y ambientales, que permitan «alcanzar un modelo sostenible de desarrollo».