«Para ir en metro del centro de Palma al aeropuerto se tardarían 12 minutos y por esa línea podrían pasar hasta 25 millones de pasajeros al año», dice el estudiante en base a sus cálculos. | Redacción Local

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«A veces tenemos que apostar por proyectos complejos, y no conformarnos con la opción más rápida y barata. Creo que es momento de planear una ciudad de futuro. Una Palma que crecerá, y que necesitará conectarse con el resto de la isla, con el puerto y el aeropuerto a través de una red de trenes, metros y tranvías», explica Andrés Seguí. Él estudia ciencias ambientales en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y ha diseñado «un plan de transporte ferroviario que si se completa puede parecer una utopía pero aspira a convertirse en la semilla que permita eliminar coches y adecuar la movilidad pública a lo que exigirá la ciudadanía en el futuro próximo», explica Andrés Seguí. Y en ese sentido lo ha estudiado todo.

«Para ir en metro del centro de Palma al aeropuerto se tardarían 12 minutos y por esa línea podrían pasar hasta 25 millones de pasajeros al año». Aunque Andrés Seguí es consciente del coste económico y logístico que supondría construir tres nuevas líneas de metro, cuatro más de tranvía y una nueva línea de tren interurbano, el estudiante defiende que «las obras de las principales líneas podrían concluir en un periodo de unos 5 años y sería posible amortizarlas en menos de 10 años; a partir de ese período los beneficios se podrían invertir en mejorar y ampliar aún más esa red de transporte», defiende.

Para hacer viable esa nueva red de transporte ferroviario «es necesario diseñarla de forma global y evitar gastos innecesarios. «Por los túneles de la red de metro hacia el aeropuerto también pasarían los trenes en dirección a Santanyí», pone como ejemplo Andrés Seguí. Y «para evitar instalar catenarias en el centro de Palma los tranvías podrían circular con baterías o con el hidrógeno que se producirá en la futura planta de Lloseta», añade.

Imagen del estudiante Andrés Seguí.

En lo referente al tranvía, Andrés Seguí defiende que aunque las líneas del centro y de s’Arenal podrían llegar a transportar cada una más de cuatro millones de pasajeros al año, «el tranvía no es adecuado para conectar Palma con el Aeropuerto». Según el estudiante «si la línea hasta Son Sant Joan recorre la Platja de Palma y la vía no se separa de los coches o los peatones, el tranvía deberá ir muy lento y será poco práctico».

Además de mejorar la conectividad en transporte público en la capital, el plan de movilidad de Andrés Seguí contempla «proyectos para recuperar líneas de tren cerradas, como la de Artà o la de Santanyí, además de ampliar las existentes para que lleguen a los nuevos núcleos turísticos o puntos de interés», explica su autor. Así, su propuesta para la movilidad del futuro nace de la «necesidad de conectar los municipios de Mallorca y los barrios de Palma entre sí y con los ‘hubs’ de transporte, como son el aeropuerto, la Estación Intermodal o el puerto». Implementar ese nuevo sistema obligaría «a replantear todas las líneas de bus y convertirlas en un engranaje que facilite los transbordos y la conexión entre las diferentes líneas ferroviarias».