Fachada principal del Palau Reial, sede del Consell de Mallorca. | Gabriel Alomar

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El Consell de Mallorca ya dispone de un plan con medidas para evitar fraudes en la gestión de los fondos europeos Next Generation. El documento aprobado por la institución insular es uno de los requisitos para optar a estas ayudas, y servirá de modelo para los ayuntamientos de la isla. «Lo hicimos pensando en los municipios, para que solamente tengan que hacer alguna pequeña modificación y puedan aprobar el documento en el pleno», explica el conseller insular de Presidència, Javier de Juan. «Con el plan se asegura que todo el ciclo de la gestió se hace bien», añade el conseller.

Para facilitar la detección de fraudes la normativa establece el uso de diversas herramientas, entre las cuales se incluye el uso de bases de datos para poder verificar toda la información relacionada con la gestión de los fondos. También se dispondrá de señales de alerta conocidas como banderas rojas, las cuales indicaran que una determinada actividad requiere atención especial para descartar o confirmar un potencial fraude.

Si se detecta o se sospecha de ello, inmediatamente se suspenderá el procedimiento administrativo y se constituirá un comité o grupo de trabajo independiente, que evaluará si debe de retirar la financiación del expediente afectado por estas alarmas. Si se llega al caso, se hará un seguimiento para que el Consell recupere la ayuda europea apropiada indebidamente.

A través de la Escola Balear d’Administració Pública se impartirán cursos de formación sobre las materias de prevención y control del fraude y conflicto de intereses en la administración pública y en las instituciones dependientes. En el plan se garantiza que se dará «suficiente difusión» a estas medidas para que cuenten con la máxima participación posible, especialmente entre el personal que directa o indirectamente participa en la gestión de los fondos.

Por otra parte, De Juan recuerda que los ocho empleados de la Oficina de Fondos Europeos del Consell se están entrevistando con representantes municipales (ya llevan una treintena) para saber qué necesitan. De esta manera, el servicio de asesoramiento les busca las convocatorias más adecuadas a sus necesidades. «Con esto buscamos que los fondos sean permeables y lleguen también a los consistorios más pequeños, que no tienen tantos recursos», concluye. El Consell quiere que los fondos europeos sean también municipalistas.