Imagen de archivo de una familia mallorquina que, hace nueve años, participó en un reportaje sobre adopciones. En aquel momento, había muchos procesos abiertos con China y con Rusia, países con los que ahora no hay convenio ordinario. | M. À. Cañellas - M.A. CAÑELLAS

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El Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) certifica un desplome de las adopciones de menores en el ámbito internacional. Si bien tras el parón de la pandemia se ha recuperado el número de peticiones, la mayoría de las familias están optando por adoptar a niños españoles. Según la directora insular de Infancia y Familia, María Ángeles Fernández, puede deberse a varios motivos.

Lo cierto es que recurrir a otro país llega a tener un coste de entre 15.000 y 20.000 euros, además «la tramitación y los requisitos son más complejos», advierte. Si en 2012 se realizaron una treintena de adopciones de menores de otros países, el año pasado apenas se formalizaron dos. La tendencia ha sido de caída libre y, como factor decisivo, no está exento el hecho de que países como China o Rusia aprobaran criterios más restrictivos, hasta llegar incluso a suspender la tramitación con España.

También «hay menos países conveniados para la adopción pero en principio es una buena noticia, significa que allí protegen mejor a la infancia y que han abierto también procesos de internos», explica Fernández. En estos momentos hay familias con inicio de trámites para adoptar en  Vietnam, India, Madagascar, Filipinas, Rumanía y, a través del Pasaje Verde, que es únicamente para menores con necesidades especiales, en China.

Dos programas

Sin embargo, la mayoría de familias solicitantes de un proceso adoptivo terminan optando por el programa nacional. Cada año el IMAS cierra entre 15 y 20 procesos de este tipo. Son los Consells Insulares quienes tienen las competencias en adopciones. En Mallorca se hace una sesión informativa cada mes. «Explicamos la documentación necesaria, los requisitos y a partir de ahí, se hace una formación a los interesados», relata. «Si el menor tiene menos de 2 años es probable que tarde más; el proceso es más corto si quieren adoptar a hermanos o si los niños son más mayores», añade.

El trámite continúa con la presentación de documentación, una valoración psicológica, visitas a domicilio y entrevistas a los futuros padres, hasta que se obtiene (en un periodo de seis meses) el certificado de idoneidad. Es entonces cuando, si se pretende hacer una adopción internacional hay que acudir a una Entidad Colaboradora de Adopción Internacional, (ECAI). Además, se envía toda la documentación al país de origen y se ofrece una formación continuada voluntaria.   

Y si el interés es por un niño del territorio español, se prosigue con el IMAS, que dará de alta a los solicitantes en un banco de familias donde se mantendrán a la espera de una asignación. «El final de todo el procedimiento es judicial. Nosotros hacemos la fase administrativa pero lo tiene que autorizar un juzgado que es quien da la patria potestad a la familia y eso se hace en los países de origen», concluye María Ángeles Fernández.