«El año pasado fue muy atípico», ha recordado Servera. El elevado número de contagios obligó a cancelar muchas comidas y cenas, tanto de empresas como familiares. Todo ello, dio lugar a que la demanda de alimentos y bebidas no se recuperase; la Navidad de 2020 también fue muy diferente a lo habitual, puesto que fue la primera de la mencionada crisis sanitaria y estuvo marcada por los confinamientos y las restricciones. Afortunadamente, en 2022 se han recuperado las cenas y comidas de empresa y las familias volverán a reunirse en grandes grupos para celebrar estas fechas.
El presidente de la Asociación de Distribuidores de Alimentos y Bebidas de Baleares ha subrayado que este año hay algunos productos que se están demandando más, incluso, que en el ejercicio 2019, el último que las fiestas navideñas se celebraron sin restricciones. Se trata del marisco, el salmón, las lechonas y las bebidas. En el caso de las porcellas mallorquinas, cabe recordar que hay escasez y los ganaderos ya han advertido que no podrán dar respuesta a toda la demanda.
Problemas con los lácteos
Preguntado por si hay problemas de suministro con algunos productos, Servera ha respondido que «se está agravando el tema de los lácteos» y ha advertido que «en el primer trimestre de 2023 habrá serios problemas». En este punto, ha precisado que en el tema de los lácteos no se incluye sólo a la leche, sino que también están los quesos, yogures, helados y otros derivados. «España es el país de Europa que tiene una situación más complicada con los lácteos y ya se empieza a importar leche de otros países, principalmente de Francia». Esto también está provocando un encarecimiento de los productos, debido al transporte; en el caso de las Islas se ve aún más agravado por la insularidad.
La Navidad más cara de la historia
Resulta relevante que el incremento de precios no ha frenado el consumo. Cabe destacar que la alimentación se ha encarecido un 14,3 % en el último año y las bebidas alcohólicas un 11,4 %, según los últimos datos que han sido facilitados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Los productos que más han aumentado su valor son la leche (28,30 %), los aceites y grasas (25,10 %) y el
azúcar (24,40 %). Algunos productos típicos de estas fechas, como la porcella mallorquina, se han disparado aún más. Al aumento de los costes de producción hay que añadir la escasez, ya que se han cerrado muchas explotaciones por falta de rentabilidad. Con los derivados del pato ocurre algo similar, ya que la gripe aviar a limitado mucho la oferta y los precios se han disparado. Ante esta situación, se puede asegurar que estamos ante la Navidad más cara de la historia, pero las ventas no se han visto resentidas por ello.
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