Un método para almacenar CO2 en zonas en zonas volcánicas, liderado por Imedea, CSIC-UIB, recibe 150.000 euros de la UE

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Un método para almacenar CO2 en zonas volcánicas, explorado en el proyecto CO2SINk, liderado por el investigador Víctor Vilarrasa, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea, CSIC-UIB), ha recibido 150.000 euros de la Unión Europea. Según ha informado la Universitat de les Illes Balears (UIB) este viernes en una nota de prensa, el proyecto CO2SINk, dirigido por el investigador Víctor Vilarrasa, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea, CSIC-UIB), ha recibido una ayuda de 150.000 euros del Consejo Europeo de Investigación en la última convocatoria del programa Proof of Concept.

El proyecto CO2SINk explora las posibilidades de comercialización de un nuevo concepto de almacenamiento geológico que ayuda a eliminar las grandes cantidades de CO2 presentes en la atmósfera. «Este concepto innovador consiste en inyectar dióxido de carbono en zonas volcánicas profundas, donde la temperatura elevada hace que el agua llegue a tener una densidad menor que la del CO2 y, por tanto, éste se hunde, lo que reduce de forma significativa el riesgo de que se produzcan fugas de este gas de efecto invernadero hacia la atmósfera», ha señalado Vilarrasa.

Sitios como Islandia, un país donde el 66% de la energía que se consume proviene de energía geotérmica, cuentan con experiencia en la inyección y extracción de fluidos en zonas volcánicas, y, por tanto, son candidatos a ser pioneros en la implementación de este concepto de almacenamiento de CO2. «En España, sin embargo, apenas hay conocimiento del potencial de la energía geotérmica como fuente de energía renovable. Combinar el almacenamiento de CO2 en zonas volcánicas profundas con la producción de energía geotérmica de muy alta temperatura podría ser una excelente manera de acercarse al objetivo de las emisiones cero», ha detallado el investigador del Imedea (CSIC-UIB).

El programa Proof of Concept tiene como objetivo ayudar a los científicos a reducir la brecha entre los descubrimientos derivados de la investigación de frontera y su aplicación práctica, e incluyen el apoyo para impulsar las primeras fases de su comercialización. Esta financiación forma parte del programa de investigación e innovación de la Unión Europea Horizon Europe.