El sábado pasado celebró su 49 cumpleaños. Para Maria Antònia Perelló esto era algo impensable. Este año, Maria Antònia habló todo lo que guardaba en su interior, algo que hasta ahora impensable. Maria Antònia se cuida, física y mentalmente, algo que antes era impensable. «Sin duda, he vuelto a nacer, soy otra persona».
La vida de esta mallorquina, ubicada en Sineu, acabó cuando tuvo un intento de suicidio. «Doy gracias a que no funcionó», dice. Porque desde ese momento se dio cuenta de todo lo que tenía en su entorno: dos hijos, familia y amigos. El próximo 14 de agosto cumplirá un año «de mi nacimiento», y para el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que es este domingo día 10, ha querido compartir su testimonio para arrojar esperanza y luchar contra el estigma. Porque ante todo, el mensaje contundente es que «pedir ayuda me ha salvado la vida».
Maria Antònia explica que arrastraba una depresión desde hacía tiempo y no hacía caso a lo que le ocurría. «No me apetecía hacer nada, estaba desanimada todo el tiempo. Todo era negativo. Mi hijo mayor ya me venía advirtiendo que me pasaba algo y que fuéramos a buscar ayuda. Pero a mí me daba rabia que me lo dijeran», rememora.
A pesar de ello, cuenta que «me obligaba a transmitir a todos que estaba bien. Intentaba ir a cenar, aunque no quisiera, incluso me fui de viaje con unas amigas. Pero cada vez estaba peor. Era un agotamiento psicológico bestial. Solo quería trabajar y llegar a casa, sentarme y no hacer nada». Llegó a cuestionar que «todos estarían mejor sin mí».
Pero tras el intento y su posterior ingreso en el hospital, su visión cambió. «En ese momento no ves nada, pero ahora me doy cuenta de todos los momentos que me iba a perder». Como el primer coche de su hijo. Dice que este ha sido, sin duda, un momento crucial en su recuperación: «Fue el momento en el que agradecí estar viva para acompañar a mi hijo a comprarse el coche. Agradecí compartir este momento con él y pensé que esto era maravilloso. Me di cuenta que morir siempre es la desesperación, pero nunca la solución».
Ayuda psicológica
Solo tiene palabras de elogio para su psicóloga, Jennifer Prata, pero también para toda su familia. Porque la ayuda psicológica la ha recibido de todo su entorno. A pesar de ello, Maria Antònia explica que el proceso fue «lento». «Al principio no salía de casa. La psicóloga venía a hacerme terapia y, poco a poco, empecé a salir». Ya ha pasado un año, y en el día de su cumpleaños tuvo coraje para decir, en voz alta, ante todos los invitados, lo que le había ocurrido y cómo amaba hoy en día la vida. «Ahora veo lo mal que lo hice y la decisión que tomé.
Pero he conseguido dejarme cuidar», expresa Maria Antònia, que desde entonces lee mucho acerca del suicidio. «Dar mi testimonio es importante y que se le dé una imagen y un nombre. Y que la gente que atraviesa por esta situación vea que se supera, pero ante todo tiene que pedir ayuda. Y que no tengamos vergüenza a admitirlo. Que los días malos hay que normalizarlos». Ante conductas que puedan derivar en riesgos para la vida, llamen al 024, 112, 971461112 (Teléfono de la Esperanza), 900925555 (Prevención del Suicidio) o el 900202010 (Fundación ANAR).
Acciones comunitarias para prevenir el suicidio
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio este domingo 10 septiembre, el Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes (COPIB) defiende la necesidad de promover más acciones comunitarias que favorezcan las relaciones interpersonales y una mayor cohesión social, como medida protectora para prevenir el suicidio y hacer frente de manera colectiva al desafío que representa reducir las muertes relacionadas con este grave problema de salud pública.
Según el comunicado del COPIB, España carece todavía de un plan nacional de prevención, a pesar de que los datos provisionales publicados por el INE el pasado mes de junio indicaban que 4.097 personas murieron por suicidio en España en 2022, un 2,3% más que las defunciones registradas por la misma causa en 2021, sin considerar los casos relacionados con intentos de suicidio e ideación suicida. Otro dato importante es que 84 de estas personas eran menores de 20 años, cuando en 2021 habían sido 75.
En Baleares, en lo que llevamos de año, el Grupo de Intervención Psicológica de Emergencias, Crisis y Catástrofes (GIPEC IB) ha sido activado por el Servicio de Emergencias 112 para atender 50 casos relacionados con conducta suicida: 41 fueron fallecimientos (15 mujeres y 26 hombres) y 9 intentos (3 mujeres y 6 hombres). Por islas, Mallorca concentra el mayor número de activaciones del servicio por este motivo con 42 intervenciones, seguido de Ibiza, 5; Menorca, 2 y Formentera 1.
A la espera de datos oficiales para la comunidad autónoma, las informaciones referidas por responsables de la Administración, entidades que trabajan en la prevención de la conducta suicida y atención al suicidio observan, además, un aumento del número de intentos de suicidio de entre el 27% y el 30% en el colectivo infantojuvenil y de un 40% en personas adultas.
La experiencia de los profesionales de la Psicología del GIPEC IB confirma que, aunque las mayores tasas de fallecimiento por suicidio se dan entre los varones de edad adulta, crecen los casos relacionados con intentos e ideación suicida en la población infantojuvenil. «Es indispensable visibilizar la realidad del suicidio especialmente en el entorno educativo. La escuela juega un papel clave en la prevención y detección temprana de la conducta suicida y el profesional de la psicología educativa puede ofrecer ese respaldo al alumnado, a las familias y especialmente a los profesionales del entorno educativo formándolos para prevenir, detectar e intervenir cuando sea necesario.
Y es que «la prevención del suicidio no es un problema exclusivo de la salud mental, ni del ámbito sanitario, es un trabajo que compete a toda la ciudadanía. Necesitamos una sociedad más comprometida y empática, que preste especial atención a las relaciones sociales, lejos de la pantalla de un móvil», inciden desde el COPIB.
Por eso, las acciones individuales que todos podamos llevar a cabo en nuestro entorno también son importantes para prevenir el suicidio de nuestros familiares, amigos, vecinos y conocidos. «Practicar la escucha activa y la empatía, no restar importancia a los problemas de quienes nos rodean», recomiendan.
Desde el COPIB reconocen, que, aunque la comunidad autónoma ha dado pasos importantes para abordar la problemática del suicidio, todavía hay que seguir trabajando. Por eso, demanda a las administraciones competentes mejorar los recursos sanitarios que se destinan y reforzar con más profesionales de la psicología todos los dispositivos asistenciales: unidades de atención y prevención del suicidio, las propias Unidades de Salud Mental, equipos de urgencias, así como programas específicos de detección precoz y atención a personas con problemas de salud mental y colectivos vulnerables con riesgo de conducta autolítica en Baleares.
Asimismo, destacan la importancia de incorporar servicios de atención psicológica en la Atención Primaria como medida preventiva y de detección precoz de las personas más vulnerables con riesgo de conducta suicida.
Punto de vista
Mesa redonda para el tratamiento del suicidio en los medios
4 comentarios
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Eso es incorrecto Joan...... "Desde 2019, los suicidios han aumentado, tanto en hombres como en mujeres, aunque la proporción y la diferencia entre sexos sigue siendo parecida". La psicóloga experta en trastorno mental grave y especialista en suicidio Paula G. Valverde Fonseca subraya que el del suicidio es un fenómeno multifactorial en el que influyen muchas variables, desde factores genéticos a sociales y económicos: la existencia de traumas, antecedentes familiares, trastornos mentales, dolor crónico, consumo de sustancias, situación financiera, existencia o no de red de apoyo... "Aunque la extrema derecha ha utilizado estos datos como arma arrojadiza contra el feminismo, lo cierto es que el análisis de expertos concluye justo lo contrario: son precisamente los mandatos patriarcales los que influyen negativamente en la salud de los hombres (y también de las mujeres) y los que se suman como factor de riesgo del suicidio masculino". Los datos e investigaciones, agrega la experta, apuntan en una doble dirección: “Los hombres fallecen más por suicidio, pero las mujeres lo intentan mucho más. Así que los hombres cometen intentos letales con más frecuencia que las mujeres”. Ese hecho, que las mujeres registran más intentos de suicidio, lo constatan diferentes estudios internacionales. El antropólogo Benno de Keijzer, especialista en salud y género, cree que esta diferencia puede indicar que en muchas mujeres el intento es más “una petición desesperada de ayuda”, mientras que los hombres “ni siquiera piden ayuda” y ejecutan con más violencia una decisión aun más meditada..
Te deseo una larga y feliz vida Maria Antònia. Un abrazo.
Todo mi apoyo a este chica. Pero quisiera decir algo que no se suele decir. Hay cada año en España 4.000 suicidios (100 en Baleares cada año). De ellos, 3.000 son hombres y 1.000 son mujeres (ahí es nada). Creo que si fuera al revés (si hubiera más mujeres suicidas que hombres), se hablaría mucho más de ello y se le daría mucha más publicidad a este problema tan grave que tenemos en España.
No hay nada que podáis hacer para prevenir esto. No vais a convencer a una persona de lo bonita que es la vida, si ella no la ve así. Pero bueno, lo podéis intentar.