Imagen de un ordenador víctima de un ciberataque

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El mayor ataque informático de la historia de Baleares hasta la fecha lo sufrió el IB-Salut el 29 de diciembre de 2021, con 30.000 expedientes médicos personales afectados. La rápida detección de la infiltración salvó todos los historiales clínicos y evitó que los hackers pudieran encriptar la información para después solicitar un rescate. Tras la infiltración masiva, el Govern balear duplicó en 2022 la inversión en seguridad informática hasta llegar a 1’2 millones de euros y anunció la creación del Centro Balear de Seguridad para ayudar a empresas y administraciones a luchar contra las ciberamenazas.

Más allá del archipiélago balear, en múltiples ocasiones una determinada acción cibernética ha llegado a causar daños multimillonarios. Estos son algunos de los ciberataques más importantes de los últimos años que nos han permitido tomar conciencia de la importancia de la ciberseguridad:

WANNACRY

12 de mayo de 2017: un ataque mundial sincronizado de ransomware afecta a grandes empresas e instituciones, desde el servicio de salud británico hasta compañías españolas como Telefónica, Iberdrola y Gas Natural, entre otras. Estados Unidos culpó de su creación al norcoreano Park Jin-hyok. Los equipos afectados sufrieron el encriptamiento de archivos y la irrupción de un mensaje que exigía el pago de 300 bitcoins para su recuperación. Seguramente ha sido el virus más destructor de la época actual: se calcula que el impacto en pérdidas directas e indirectas alcanzó la suma de 4.000 millones de euros. Marcó un antes y un después en el mundo de la seguridad cibernética.

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CONFICKER

Octubre de 2008, un complejo gusano se infiltra aprovechando una grieta explotable de Windows server, los sistemas vulnerables son Windows 2000, Windows XP, Windows Vista, Windows Server 2003 y Windows server 2008. El ataque se vuelve masivo y su complejidad hace saltar las alarmas. Se esparce a tal velocidad que se le cataloga como una amenaza a nivel militar. Departamentos de Seguridad del Estado de todo el mundo, fuerzas armadas, hospitales, y un gran número de entidades privadas no escaparon a sus garras. En pocas semanas infectó a más de 10 millones de equipos en 190 países. La empresa Microsoft ofreció una suma de 250.000 dólares para quien les facilitase información que desenmascarase a los creadores del Gusano Conficker.

STUXNET

Este virus, detectado en Bielorrusia en 2010, se instalaba en los sistemas, robaba su información y más tarde les ordenaba que se autodestruyeran. 13 años después de su aparición, este malware espía es catalogado como el más desarrollado e innovador hasta la fecha. Analistas y expertos afirman que Stuxnet retrasó el progama nuclear Iraní provocando grandes daños físicos. Los datos de impacto oficiales nunca fueron revelados por ese gobierno.

PETYA

En 2016, aparece un ransomware que infecta los ordenadores, encripta los datos haciendo imposible su uso para el usuario y pide un rescate a cambio. Este virus, que afectaba a los sistemas Windows, accedía a través de un PDF ejecutable que la víctima abría para así dar comienzo a la fatalidad. A continuación, las pantallas de los equipos exhibían una calavera negra en fondo rojo y mostraban el mensaje de rescate. Petya le costó a la naviera danesa Maersk alrededor de unos 250 millones de euros. Pero lo peor estaba aún por venir…En marzo de 2017 una nueva versión de este virus aparece con el nombre de NotPetya. Esta mutación es aparentemente similar a su fuente, sin embargo, este no necesita de la aceptación del usuario para introducirse en el equipo y por mucho que se pagase el rescate los archivos no se recuperaban. NotPetya no necesitaba de gestión humana, el virus actuaba por su cuenta infectando miles de sistemas diarios. Su impacto a nivel económico todavía hoy no ha sido calculado.

ILoveYOU

A principios de los años 2.000, alrededor de 60 millones de equipos son infectados a través de un correo electrónico spam con asunto LoveLetter4YOU. El motivo por el que esta campaña de phishing fue tan efectiva fue porque, por aquel entonces, no había tanta información sobre ciberseguridad y los usuarios abrían sus emails sin dudarlo. I HATE GOING TO SCHOOL es el texto que aparecía al abrir el correo: era el indicador de que el ataque había comenzado. ILoveYOU se instalaba en el ordenador y borraba todos los ficheros con extensiones JPG, JPEG y MP3 y los sustituía por un troyano que intentaba recabar información confidencial. Supuso un coste económico para las emprresas afectadas de 1200 millones de dólares.