El proyecto Mestral de Cáritas Menorca, que cumplió treinta años y que ofrece empleo en empresa de inserción laboral, da trabajo a decenas de personas. | D. BARET

TW
68

La Oficina de Extranjería, ubicada en Palma, ha experimentado un ‘boom’ de peticiones de personas en situación irregular que quieren estudiar para conseguir así un permiso de residencia. La nueva figura del arraigo por formación, incluida recientemente tras la reforma de la ley de Extranjería, es una nueva vía que permite a la persona sin papeles regular su situación en España durante un periodo determinado.

Con esta nueva instrucción legal, lo que se consigue es que la persona migrante ilegal pueda acceder al mercado laboral. Sin embargo, no todos pueden optar a esta vía de arraigo. Una vez entregada la documentación y que Extranjería acepte y tramite la petición, deben firmar un documento de compromiso de formación para obtener un permiso de residencia temporal de un año. La hostelería, los puestos administrativos, jardinería o estética son algunas de las peticiones de formacón que más interesan en Mallorca, según confirman fuentes de la Oficina de Extranjería.

Entre los requisitos para pedir la residencia mediante la formación, la persona debe demostrar que durante los dos años previos ha trabajado en España –legalmente– un mínimo de seis meses, 30 horas semanales o un año realizando 15 horas de trabajo semanales. Tras terminar la formación y conseguir un empleo, pueden pedir entonces el permiso de residencia por trabajo. «Desde que hubo esta reforma en la ley de Extranjería, este tipo de arraigo tiene mucha demanda», explica Maria Crespí, responsable de la asesoría jurídica de Càritas.

Aumento de ‘sin papeles’

En lo que va de año, Càritas Mallorca atiende a un 44 % de personas en situación irregular. Es decir, de 7.708 usuarios que asiste la entidad, 3.452 no tienen actualmente papeles. Este perfil ha aumentado cuatro puntos con respecto al año anterior (39.9 %).

Càritas cubre las necesidades básicas de este colectivo que, debido a su situación administrativa, tienen dificultades para acceder a un trabajo, a un piso y a disitintas ayudas. Por eso la nueva figura de arraigo abre la puerta de una manera más fácil a la inclusión en la sociedad. Desde Càritas confirman un cambio de tendencias en las llegadas. Si antes venían jóvenes, ahora, y cada vez más, llegan familias enteras.

De los recursos económicos que ofrece Càritas Mallorca a las más de 7.000 personas sin recursos, las ayudas para pagar el alquiler es una de las principales necesidades que verbalizan los usuarios. Por otra parte, un gran número de personas se benefician de ayudas para la compra de alimentos en los Centros de Distribución de Alimentos (CDA). La asistencia jurídica es otro de los recursos más solicitados, sobre todo por parte del colectivo de personas irregulares.