Valldemossa es uno de los municipios que pierde población. | Teresa Ayuga

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En pleno empuje demográfico en Mallorca, dos municipios de la Isla perdieron población en 2021: Valldemossa y Ses Salines. Son cifras mínimas ya que el primero perdió 32 residentes y el segundo, 7, pero contrastan con la tónica general de la isla y con el aumento de habitantes que se dio ese año. A 1 de enero de 2023 vivían en las islas 25.075 personas más que un año antes, es decir el aumento equivalente a un nuevo municipio como Alcúdia.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el padrón oficial con las cifras de los municipios en ese fecha y el resultado es que todos crecen con esas dos únicas excepciones. Solo Palma ya acumuló más de 14.000 nuevos residentes con respecto a un año antes, lo que equivale a que todo los habitantes de sa Pobla se hubiera trasladado de golpe a vivir a la capital.

Los cambios y el aumento de población son significativos, pero más aún es comprobar a qué se debe ese aumento. Con unas islas en las que el año pasado hubo más muertes que nacimientos, la mayor parte de esos nuevos residentes en Mallorca procede de la inmigración desde otras comunidades y, sobre todo, de la inmigración de otros países.

Valldemossa y Ses Salines, los dos únicos municipios que pierden población
Población en los municipios de Baleares.

Esa llegada masiva de extranjeros hace que Balears sea la comunidad autónoma con un mayor porcentaje de extranjeros, un 26 %, pero con la singularidad de que en varios municipios de la Isla el dato es superior al 30 % de la población total, como es el caso de Alcúdia, Andratx, Calvià, Santanyí y, sobre todo, Deià, donde el porcentaje de extranjeros es del 37,9 %. A 1 de enero de este año, Mallorca tenía 940.322 habitantes de los que 244.572 son extranjeros. De mantenerse el ritmo actual de crecimiento, en apenas tres años la Isla superará el millón de habitantes, un aumento desorbitado en apenas unos años.