Gabriel Le Senne preside la reunión de la Mesa de Parlament. | CATI CLADERA

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El sector oficial de Vox teme que el PP aproveche la inestabilidad en el Parlament provocada por su guerra interna y trate de nombrar un president de la Cámara del PP. Fuentes oficiales del partido recuerdan que, si el PP quiere cumplir su acuerdo, debe votar al candidato que decida Vox. El pacto de investidura que firmaron los dos partidos establece de manera clara que el candidato a la presidencia lo debe proponer Vox, es decir, el partido.

El portavoz del PP en el Parlament, Sebastià Sagreras, había señalado en una comparecencia ante los medios de comunicación que el PP está obligado a apoyar a quien diga el grupo parlamentario, pero la realidad es que el acuerdo obliga a Marga Prohens a atender lo que diga el partido, no el grupo parlamentario.

«PP y Vox acuerdan la composición de la Mesa del Parlament para que quede conformada de la siguiente manera: candidato a la Presidencia, miembro de Vox», señala textualmente el documento pactado en su día. Es decir, el PP queda obligado a votar a un «miembro de Vox». En estos momentos, ninguno de los cinco diputados que se han amotinado contra Abascal es miembro de Vox ya que están suspendidos cautelarmente de militancia.

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El PP tranquiliza

El PP trata de tranquilizar a sus socios, les pide que arreglen sus problemas internos y asegura que votarán a quien proponga Vox, pero el mismo portavoz del PP aseguró la semana pasada que, para que el PP cumpla su pacto, Vox tiene que cumplir el suyo y garantizar la mayoría absoluta para Marga Prohens, algo que ahora mismo no está en condiciones de ofrecer. «Que Vox se aclare y deje de dar este espectáculo. Seguiremos gobernando con nuestro programa y cumpliendo los acuerdos de investidura», aseguró la semana pasada.

El sector oficial de Vox solo tiene dos diputados, que no le bastan a Prohens ya que necesita cinco para tener mayoría absoluta, precisamente el número que controlan los rebeldes, que se convertirán en tránsfugas si se consuma la ruptura entre los dos bandos. Los dos sectores siguen negociando una salida a esta crisis, pero el intento de acercamiento sigue sin prosperar por ahora. En caso de ruptura total, el Parlament deberá iniciar el mecanismo para el relevo de Gabriel Le Senne como president del Parlament y aquí volverá a darse una situación paradójica: la dirección de Vox no podrá presentar un candidato porque sus dos diputados serán no adscritos.

Los tránsfugas sí podrán

Quien sí podrá presentar candidato es el bloque de los cinco diputados que se han quedado con el control del grupo parlamentario y que para entonces ya serán tránsfugas y no miembros de Vox. Ante este dilema de que el PP tenga que votar a un diputado tránsfuga, en la cúpula de Vox ya comienzan a plantear la opción de que el PP, que sí puede presentar candidato, trate de hacerse por esta vía con la presidencia del Parlament.

En caso de que la guerra entre los dos bandos de Vox termine provocando finalmente la caída de Gabriel Le Senne, fuentes de la cúpula de Vox aseguran que reclamarán al PP que no presente un candidato del PP, sino que propongan a Le Senne, como ya hicieron en    el pleno que eligió al presidente. Mañana se retoman los plenos en medio de esta enorme inestabilidad y la mayor parte de las preguntas a la presidenta del Govern, Marga Prohens, están relacionadas con esta grave crisis.