El vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Hacienda e Innovación durante una intervención en el Parlament. | Europa Press

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Las bonificaciones del impuesto sobre la compra de la primera vivienda habitual que puso en marcha el Govern el pasado 18 de julio ha permitido, al cierre del 2023, que 643 contribuyentes se hayan ahorrado 6,4 millones de euros.

Según ha detallado la Conselleria de Economía, Hacienda e Innovación este jueves en nota de prensa, del total, 240 han obtenido una bonificación del 100%, dado que o bien son jóvenes menores de 30 años, o bien tienen una discapacidad igual o superior al 33 por ciento. Aquí, el ahorro ha sido de 2,64 millones de euros, con una media de 11.000 euros por contribuyente.

Los 403 restantes componen el grupo que se ha beneficiado de la bonificación del 50 por ciento. Estos son jóvenes menores de 36 años, contribuyentes con personas con discapacidad a su cargo, y familias numerosas y monoparentales. En este caso, el ahorro ha sido de 3,76 millones de euros (9.330 euros por contribuyente).

Cabe recordar que esta fue una de las dos medidas de la reforma fiscal iniciada en el mes de julio, con el objetivo principal de aumentar la renta disponible de los ciudadanos de Baleares, según han destacado desde el Govern.

De otro lado, y hasta el 25 de enero, la eliminación del impuesto sobre sucesiones y donaciones (ISD) para los grupos I y II (entre ascendientes, descendentes y cónyuges) ha permitido que 2.154 familias del archipiélago se hayan ahorrado 35,87 millones de euros, lo que supone una media de 16.613 euros para cada caso.

Estas cifras contemplan tanto las herencias por causa de muerte como las herencias en vida a través de los pactos sucesorios.

Además, estos 2.154 casos se traducen en que ocho de cada diez contribuyentes han elegido aplicarse la bonificación. Por la parte contraria, 551 familias han preferido pagar el impuesto, con un ingreso total de 929.797 euros (1.687 euros de media).

Reforma fiscal

La reforma fiscal se amplió también con la rebaja en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) de 0,5 puntos para las rentas menores de 30.000 euros (tres de cada cuatro contribuyentes se encuentran en este umbral), y de 0,25 puntos para las rentas superiores a esta cantidad, haciendo que este tributo sea más progresivo y ayudando en mayor medida a las rentas medias y bajas. El impacto estimado es de 45 millones de euros anuales.

Con la aprobación el pasado noviembre del proyecto de ley que dimanaba del decreto del 18 de julio, y el pasado diciembre de los presupuestos autonómicos para 2024, también se ha dado luz verde a numerosas deducciones, un hecho que posibilita que la declaración de la renta que se tendrá que presentar en los próximos meses sea la que más deducciones tendrá para aplicarse.