Antoni Riera, director de la Fundació Impulsa Balears | Emilio Queirolo

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Baleares progresa en competitividad pero necesita mejorar. La última actualización del ránquing de competitividad global que elabora la Fundación Impulsa y que integran 234 regiones de la Unión Europea, sitúa al archipiélago en la posición 153 después de escalar 13 posiciones respecto la última actualización de hace tres años.

En la escala de 0 a 100 del índice de Impulsa, Baleares gana casi 3 puntos y medio (45 puntos frente a los 41,6 de 2021) con lo que recorta el diferencial negativo respecto a la media europea, ya que su puntuación equivale ahora al 86,9 % de la del conjunto de regiones de la UE. Lidera el ranking la región Capital de Dinamarca, cuya ciudad más poblada es Copenhague, seguida de Estocolmo (Suecia) y Flevoland-Holanda Septentrional.

El ranking, que se actualiza cada tres años, se articula alrededor de tres subíndices y 11 pilares determinantes de la posición competitiva: los requerimientos básicos como instituciones, estabilidad macroeconómica, infraestructuras, salud y educación básica; los impulsores de la eficiencia, como educación superior, eficiencia del mercado de trabajo y medida del mercado; y los impulsores de la innovación, como la preparación tecnológica, la sofisticación empresarial y la capacidad innovadora. El análisis incluye 72 indicadores parciales que van desde la calidad gubernamental a la deuda pública o la cobertura 5G, entre otros.

¿En qué ha mejorado Baleares en los últimos tres años? Sobre todo en salud (escala 12 posiciones, de la 20 a la 8); infraestructuras (de la 35 a la 34); educación básica (de la 134 a la 83) y preparación tecnológica (de la 76 a la 46).

Por el contrario, las debilidades se concentran sobre todo en la educación superior (de la 206 a la 194); la sofisticación empresarial (de la 167 a la 151) y la eficiencia de mercado (de la 190 a la 185). Según el director técnico de la Fundación Impulsa, «estos tres pilares son esenciales para impulsar el aprovechamiento de talento y la llave de paso de las Islas a tramos de competitividad más altos, sobre todo teniendo en cuenta la apuesta que hacen las regiones europeas que lideran el ranking.

Y es que a pesar de la mejora de la puntuación competitiva, Baleares continúa en la zona baja del ranking, junto a otras siete comunidades autónomas españolas y gran parte de las regiones de Polonia o República Checa lo que, en opinión de Riera: «no cumple con nuestras aspiraciones de progreso y bienestar, ya que ser competitivos globalmente incluye ser atractivos hacia el exterior y mejorar la calidad de viuda de la población local».

Para mejorar la competitividad global en el entorno europeo, Balears debe «situar la productividad en el centro de todos su planes», y redoblar los esfuerzos especialmente en «el talento, con mayor incidencia en la educación superior; la sofisticación empresarial y la tecnología».

El director técnico de Impulsa Balears ha presentado este martes los últimos datos del Indice de Competitividad Global a diversos representantes de los agentes económicos, financieros y sociales en una jornada clausurada por el vicepresidente del Govern, Antoni Costa. El responsable económico del ejecutivo se ha congratulado de que Balears haya escalado posiciones en el ranking, pero ha invitado a empresarios y trabajadores a «a apostar de forma clara por la productividad y la competitividad, por la investigación, por la innovación y por las transformaciones digital y energética» para aprovechar todo el potencial transformador del tejido productivo balear.