Imagen de archivo de una concentración tras la agresión a un médico en Son Gotleu. | Jaume Morey

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El 16 % de las agresiones a médicos el año pasado se produjeron por el tiempo en que se atendía al paciente o por un mal funcionamiento del centro. Es lo que se llama causas estructurales y que dependen de cómo funciona el sistema.

Sobre las causas asistenciales, un 58 % se produjo por la atención médica recibida, un 11,4 por discrepancias personales y un 13 % por obtener informes no acordes a sus pretensiones.

El año pasado el Col·legi Oficial de Metges de Balears (COMIB) registró 27 casos, un 29 % más que el año anterior. La incidencia es de 3,89 por cada mil colegiados, dos puntos por encima de la media estatal.

En 17 de los 26 casos, «las agresiones han sido denunciadas», ha explicado la gerente del COMIB, Maria Fuster. Y de las sentencias que han ido saliendo, «ha habido un 100 % de condenas», ha añadido. Lo importante en estos casos es «pedir una orden de alejamiento», ya que en ninguno de estos supuestos el agresor ha reincidido.

Si bien crecen las denuncias por agresiones, se sabe que son muchas menos de las reales pues la gente no denuncia. En 2017, el Ministerio del Interior creó la figura del policía interlocutor sanitario, que enlaza cuerpos de seguridad con profesionales de todo el colectivo. Alfonso Rodríguez, ha explicado que a nivel nacional hubo 315 denuncias el año pasado, un 30 % más que el anterior. «Hay que evitar la normalización y concretar las denuncias», ha recomendado.