Un transeúnte mira la oferta de viviendas de una inmobiliaria de Palma. | Gemma Marchena -

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La supresión de la Golden Visa tendrá efectos marginales incluso en Baleares, una de las comunidades con los precios de la vivienda más tensionados y la que concentra un mayor porcentaje de compradores extranjeros. En eso coinciden los representantes del sector inmobiliario en las Islas, quienes creen que la medida está más cerca del fuego de artificio político y mediático que de las soluciones reales a la crisis habitacional.

«Es una medida comprensible e inocua en el caso de Baleares», señala el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliarios (API) de Baleares, José Miguel Artieda, quien se expresa en la línea del vicepresidente y conseller d’Economia del Govern, Antoni Costa, que ya señaló el lunes que «a día de hoy no era una medida necesaria».

En ese sentido, Artieda que la medida fue aprobada en 2013 «en un contexto económico difícil con el objetivo de incentivar la inversión extranjera para reactivar la economía». Diez años después, explica, el precio de la vivienda ha subido un 65 %, con una media que ha pasado de los 1.950 euros por metro cuadrado a los 3.250 euros en el caso de Baleares, región «que se ha posicionado como una de las más atractivas a nivel turístico y residencial».

Así, aunque el 31,5 % de las compras de inmuebles en Baleares son a manos de extranjeros, la inmensa mayoría son ciudadanos de la Unión Europea; la primera nacionalidad no comunitaria es la de Reino Unido con solo un 10 % de las operaciones.

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La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, señaló que la eliminación de las Golden Visa «sirve para dar oportunidades a quienes hoy tienen problemas para acceder a una vivienda en lugares concretos y con tensión de precios y falta de oferta residencial». También hizo hincapié en el repunte de visados en los dos últimos años, que en 2023, precisó, llegó a los 3.273. Solo un 2 % de los mismos se habría concedido en Baleares.

Por su parte, la Asociación Balear de Inmobiliarias Nacionales e Internacionales (ABINI), fue más dura con el Gobierno al señalar que «eliminar la Golden Visa no soluciona el problema que tenemos con la vivienda en Baleares». En opinión de la alianza inmobiliaria que lidera Hans Lenz, este tipo de anuncios «son solo cortinas de humo que pretenden desviar la atención y generar un debate que no existe para justificar la falta de políticas de vivienda en nuestra tierra». Así, tildan de «insignificante» ese 2 % de visado concedidos el año pasado en el Archipiélago.

Ese porcentaje es, en todo caso, una observación estimada, ya que pese a que según Pedro Sánchez, la Islas encabezan el ránking nacional de visados oro junto a ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante y Valencia, lo cierto es que el Gobierno central no dispone a fecha de hoy de un listado oficial por comunidades autónomas. Así lo afirma Delegación de Gobierno y no es ninguna sorpresa: desde la implantación de la medida en 2013 el ejecutivo central siempre ha sido reacio a facilitar información sobre este programa.

Por otro lado, El portavoz de Podemos en el Congreso, Javier Sánchez Serna, señaló ayer que la medida para eliminar las Golden Visa «es insuficiente» para combatir la especulación en el mercado inmobiliario e instó a ir más allá limitando la compra de vivienda a personas no residentes en zonas tensionadas. Así, aunque aplaude la medida, Sánchez Serna reprocha que llega con «más de un lustro» de retraso y alerta que hacen falta medidas adicionales.