El más urbano y práctico de la gama. | Miquel Àngel Llabrés

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Hasta ahora, la versión 2015 se podía encontrar con cambio manual, pero desde hace poco está disponible en la conceseión con cambio automático, el mismo modelo que hemos probado nosotros. El Fortwo se caracteriza por tener una línea mucho más redondeada, lo que le da un nuevo estilo sin perder su esencia en absoluto. Sólo subir nos damos cuenta de que la anchura es superior a la anterior, que ha crecido en 10 cm, cosa que se agradece y no penaliza en absoluto.
El hecho de tener cambio automático fue, sin duda, uno de los grandes aciertos de la primera versión, ya que era un vehículo muy fácil de aparcar, con un consumo reducido y de muy cómodo manejo. Ahora, con la posibilidad de tener el vehículo con este tipo de cambio, recupera gran parte de su esencia.

MOTOR
La oferta mecánica arranca con un motor atmosférico de 999 cc con 71 CV y 91 Nm de par a 2.850 rpm, que es el que hemos conducido. El tope de gama lo conforma un motor turbo de 898 cc de 90 CV y 135 Nm de par, para el que también ya se encuentra disponible la versión con cambio automático. Los dos motores se montan tanto en el Fortwo como en el Forfour y están alojados en la parte posterior del vehículo.

El propulsor de 71 CV cuenta con unas prestaciones suficientes para llevar una conducción más o menos alegre sin problema. La aceleración, sin ser excesiva, sí que es bastante para poder hacer adelantamientos sin dificultades. El hecho de tener cambio automático no ha mermado en absoluto sus prestaciones, lo que le permite llevar una conducción alegre sin perder aceleración.

La transmisión automática de doble embrague Twinamic de seis velocidades permite que se pueda llevar de forma manual con un simple toque de la palanca hacia delante o hacia atrás, con lo que se apuran más las marchas.

Curiosamente, con el cambio Twinamic el consumo es el mismo que el del cambio manual, que ya de por sí es muy bajo, y aunque durante nuestro recorrido mixto ha subido hasta los 5’2 litros, también es una cifra muy moderada. Uno de los únicos peros que se le puede poner a este propulsor es que hace más ruido del que debería, sin llegar a ser molesto. El comportamiento de este vehículo en carretera es uno de sus grandes alicientes, ya que con su reducida longitud parece que tendría que ser mucho menos estable de lo que lo es. El viento lo nota un poco, pero sin tener que modificar la dirección en exceso.

INTERIOR
El interior ha cambiado bastante respecto a la versión anterior, y tiene algunos elementos comunes con los del nuevo Twingo, aunque siempre con un toque personal proporcionado por la marca alemana que le da este plus de modernidad y distinción interesantes.

La pantalla del marcador es de color, lo cual se agradece. En ésta aparecen toda una serie de elementos que hacen que conducir de forma eficiente se haga mucho más fácil que en la mayoría de vehículos que se encuentran en la actualidad en el mercado.