El nuevo Fiat Tipo cuenta con una imagen bastante clásica, aunque la parte delantera afilada destaca por encima de las otras. | Miquel Àngel Llabrés

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La marca italiana vuelve a reciclar nombre y recupera el apelativo Tipo para este nuevo modelo, aunque poco tiene que ver con el Fiat Tipo del segmento C que se puso a la venta en el año 1988 y que duró hasta 1995. El antiguo Tipo supuso un cambio espectacular en la marca al introducir innovaciones importantes –algunas criticadas–, como el cuadro de instrumentos totalmente digital, un interior con mucho espacio y unas calidades bastante buenas. Curiosamente, el nombre de Tipo ya lo tiene datado la marca en un vehículo que se puso a la venta allá por el año 1908, al que sucedieron otros vehículos con el mismo nombre. Hace pocos días se han puesto a la venta nuevas versiones del Tipo, la Station Wagon y la de cinco puertas.

Estéticamente no es un vehículo muy llamativo, aunque conserva las señas de identidad del resto de la gama, sobre todo en la parte delantera. Los faros son alargados y finos, lo cual le confiere una imagen más bien agresiva. Se echan de menos los faros diurnos tipo led.

Lateralmente, se trata de una berlina clásica, quizá con mejor aerodinámica. La parte posterior tal vez está peor conseguida con unos faros con diseño irregular, bicolor. Quizá es la parte del modelo que más se desmarca del resto de la gama de la marca.

MOTOR
La unidad que hemos probado contaba con el motor diésel 1.6 Multijet de 120 CV, que ofrece unas prestaciones discretas pero suficientes, lo que se espera de un vehículo de este tipo con esta potencia. La velocidad máxima del vehículo es de 199 Km/h y tarda 9’7 segundos para ponerse de 0 a 100 Km/h. La verdad es que el coche acelera de manera bastante rápida y precisa y las relaciones cortas le ayudan a coger vueltas con bastante rapidez.

En la recuperación también se muestra bastante rápido. Esto unido a que es un propulsor con baja sonoridad y que se ha mostrado muy fiable hasta el momento.

El consumo del Tipo es bastante bajo; si bien se anuncia una cifra de 4’2 litros a los 100 Km, nosotros hemos conseguido 5’8 en una conducción mixta, que no está nada mal. Una curiosidad es cómo fluctúa en el ordenador de a bordo la cifra de kilómetros que se pueden recorrer con el combustible del depósito según el tipo de conducción que se lleve a cabo.

El comportamiento del nuevo Tipo en carretera es bastante neutro, es decir, no tiene un feeling excesivamente dinámico, y se ha priorizado la comodidad del conductor y los pasajeros, lo cual es normal teniendo en cuenta el automóvil de que se trata y el público al que va dirigido..

El interior del vehículo llama la atención por su amplitud, ya que tres personas se pueden sentar tranquilamente sin estrecheces de ningún tipo, con suficiente espacio para las piernas.

INTERIOR
El espacio del maletero también es impresionante gracias a sus 520 litros de capacidad, que son muchos, aunque se le puede poner el pero de que la ‘boca’ de entrada es un poco estrecha, lo que dificulta que se puedan meter objetos de mayores dimensiones. El cuadro de instrumentos tiene una disposición clásica, aunque con un diseño de las cifras más bien extraño. En la parte central del marcador hay una práctica pantalla sin color en la que se pueden observar muchas de las cifras del vehículo. La consola central cuenta con una práctica pantalla táctil con navegador, que sólo se le puede criticar que es bastante pequeña.