Una revolución total con éxito casi garantizado. | Miquel Àngel Llabrés

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En 2001 fue cuando se puso a la venta la primera generación del C3, que en su día había sustituido al Saxo. Esta es ya la tercera generación del popular modelo, que tanto éxito ha tenido desde sus inicios por su buena relación calidad-precio.

Para esta nueva generación, que aun convivirá una temporada con la anterior, se ha optado por un diseño totalmente nuevo, muy en consonancia con algunos de los vehículos de nueva generación de la marca, sobre todo el C4 Picasso o el C4 Cactus, a los que le une la parte delantera y el lateral acolchado.

La parte delantera es de lo más moderna (bastante vanguardista), en la que se distinguen dos faros diferentes; una tira de led en la parte superior y otro más grande en la interior. Es como si las luces estuvieran invertidas, lo cual le da este estilo único diferenciado de los demas vehículos de la competencia. En la parte inferior del parachoques se encuentran los faros antiniebla, redondos, los bordes de los cuales se pueden pintar del color de parte de la carrocería.

La parte posterior es menos alternativa que la delantera. Sus faros se asemejan bastante a los del DS3; son monocolor en rojo, aunque un poco más redondeados que los la versión DS. A este último también le unen otras cosas, como por ejemplo el hecho de poder pintar las diferentes partes de colores variados, lo que le da un toque de exclusividad importante. De la parte lateral también destacan las gomas prominentes, muy diferenciador del resto estéticamente y de mayor protección para la chapa.

MOTOR

La unidad que hemos probado llevaba el motor de gasolina 1.2 PureTech de 110 CV de potencia. Se trata de un propulsor con unas prestaciones muy interesantes, sin ser un vehículo que se pueda considerar deportivo. En cambio sí que lo podríamos considerar dentro de un dinamismo muy interesante cuando circula por carretera, además de ser de lo más eficiente en un uso diario. Tarda 9,3 segundos para pasar de 0 a 100 Km/h, que es una cifra bastante interesante, ya que la velocidad máxima es de 188 Km/h, que es más que suficiente para un vehículo con este chasis y peso.

En la recuperación, este vehículo también es bastante efectivo, ya que tiene bastante facilidad para volver a subir de vueltas circulando en una marcha alta. Esto viene refrendado por el hecho de tener unas marchas bastante cortas hasta la cuarta velocidad.

Ya hemos dicho que la eficiencia es una de sus grandes virtudes. Esta es una de las mejores bazas que ha esgrimido toda la gama de motores PureTech desde que salieran a la luz, Así, los 4,6 litros que anuncia la marca, nosotros sólo los hemos conseguido elevar hasta los 5,6, que también es una cifra más que plausible para ser un vehículo de gasolina de esta potencia.

El interior sí que también se desmarca totalmente de la versión anterior, ya que al entrar en el habitáculo nos encontramos color, elementos muy modernos (con menos orden y concierto que en el anterior) y con una consola central donde la pantalla superior domina el espacio, además de sobresalir del conjunto. En las puertas los tiradores recuerdan un poco a los del antigua Renault 4 o el Seat Panda, con lo cual se combinan elementos de vanguardia con otros que recuerdan vehículos de otras generaciones. El marcador es más bien clásico con los dos grandes relojes presidiéndolo, combinados con una pantalla central con toda la información complementaria sobre el funcionamiento del vehículo.

El interior también se caracteriza por ser muy equilibrado, ya que los tres pasajeros posteriores pueden ir de manera más o menos cómoda gracias al suficiente espacio que tienen para las piernas, aunque la anchura quede un poco justa para los tres.