El motor 2.0 de cuatro cilindros de la versión AMG desarrolla 381 CV. | Francisco Tortella Mas - Matthias Heimgaertner

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A primera vista, la generación 2017 del Mercedes Benz GLA se distingue exteriormente por los parachoques que en esta nueva edición han sido modificados, por las nuevas llantas de aleación adicionales y por incorporar a la gama una nueva y atractiva pintura de carrocería. Se trata de unos elementos que acentúan aún más que antes los genes de SUV del GLA desde el punto de vista estético. Además, los faros con tecnología bixenón que hasta ahora equipaba el GLA de serie en nuestro mercado, dejan paso a los faros LED, que a partir de ahora también son de serie y que se caracterizan por ofrecer una temperatura de color de características muy similares a la luz natural.

En el habitáculo llama la atención los nuevos tapizados y molduras así como las unidades de mando cromadas que aportan un valor añadido al atractivo interior del GLA, que está realizado con materiales y acabados de extraordinaria calidad. Así mismo, hay que mencionar que se ha cuidado al máximo el valor interno y buena prueba de ello son la cámara de 360 grados que supervisa el entorno inmediato del vehículo y lo reproduce en el visualizador de medios en forma de pantalla completa o como pantalla dividida en siete perspectivas distintas. Los ingenieros tampoco han dejado de lado el maletero del GLA, en el que han integrado nuevas funciones entre la que destaca el sistema Hands Free Access, un equipo opcional exclusivo en este segmento de mercado con el que es posible abrir y cerrar el portón trasero con un movimiento del pie mientras se emite una señal acústica de advertencia, sin necesidad de contacto y sin utilizar las manos.

En cuanto a seguridad, Mercedes-Benz concede la máxima prioridad a sus vehículos. El GLA incluye ya de serie el asistente de frenado activo, que advierte al conductor si se reduce demasiado la distancia respecto al vehículo delantero y el Attention Assist que puede detectar síntomas típicos de fatiga analizando el comportamiento al volante y que también forma parte del equipamiento de serie.

La gama mantiene como es lógico una completa oferta de motores, diesel y gasolina muy eficientes, con cambios manuales y automáticos, quedando como variante más potente la espectacular versión AMG que adopta un propulsor cuatro cilindros y dos litros de cilindrada sobrealimentado que ofrece una potencia máxima de 381 CV y un par motor de 475 Nm. Con esta mecánica el GLA es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 4,4 segundos.

El nuevo Mercedes Benz GLA incorpora la tracción integral AMG Performance 4Matic de serie con la cual se asegura una tracción óptima transmitiendo la fuerza de propulsión a las cuatro ruedas. La distribución de par entre los ejes delantero y trasero es variable en progresión continua. De este modo se consigue una relación óptima de dinamismo, eficiencia y tracción en función de la situación de marcha. Un embrague de discos múltiples integrado en el diferencial del eje trasero con regulación específica de AMG transmite en fracciones de segundo el par motor a las ruedas del eje trasero si las delanteras pierden tracción. El margen va desde una tracción netamente delantera hasta una relación 50:50 entre las ruedas delanteras y las traseras.