El Gobierno anunció ayer la revisión al alza de los objetivos de
crecimiento económico y creación de empleo para este año, así como
la puesta en marcha de un amplio plan de liberalizaciones destinado
a aumentar la competencia en sectores claves de la actividad como
los hidrocarburos.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía,
Rodrigo Rato, declaró en una comparecencia ante la Comisión de
Economía y Hacienda del Congreso que el PIB crecerá un 4% en 2000,
tres décimas por encima del 3'7% previsto en los Presupuestos. Rato
afirmó que la recuperación de las economías de la UE y de los demás
países industriales está beneficiando a las exportaciones
españolas, por lo que la aportación negativa del sector exterior al
crecimiento del PIB será del 0'5 por ciento, cuatro décimas
inferior al previsto.
La mejora del sector exterior, dijo el ministro de Economía,
coincide con una ligera desaceleración de la demanda interna, que
crecerá un 4'4% en el 2000, en lugar del 4'6% calculado por el
Gobierno. Señaló que el déficit público cerrará el año «claramente
por debajo» del objetivo oficial del 0'8 del PIB, pero no ofreció
una nueva previsión. Rato explicó que la inflación, situada
actualmente en el 3%, se moderará a medida que avance el ejercicio
y vaticinó que en diciembre se acercará al objetivo oficial del
2%.
El ministro también aprovechó su comparecencia para anunciar la
revisión al alza de las previsiones de creación de empleo y de
aumento de la población activa para este año.
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