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EFE-AZAGRA (NAVARRA)
Un cartucho de dinamita componía el artefacto que explotó ayer por la tarde en el muro de una fábrica de la localidad de Azagra, que no causó heridos aunque sí daños materiales de escasa consideración en la pared, así como la rotura de cristales de unas viviendas cercanas al lugar donde se produjo la explosión. El artefacto, adosado al muro exterior de la empresa «Virto Congelados», situada a unos 200 metros del acuartelamiento de la Guardia Civil, explotó sobre las 15:00 horas, sin que por el momento se conozca el objetivo del atentado y sin que hubiera un aviso previo a la deflagración.

Según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno, ante la carencia de luz diurna, anoche seguía el acordonamiento de la zona y se proseguía con la inspección ocular por parte de especialistas en desactivación de explosivos de la Guardia Civil (GEDEX) y por la Policía Judicial. El concejal de la localidad José María Goñi explicó que el artefacto había sido colocado en la parte exterior del muro de la fábrica, cerca de las calderas, y en un lugar por donde habitualmente transitan paseantes, aunque «afortunadamente» en ese momento no había nadie en las cercanías.

Sin embargo, la explosión sí produjo algunos daños materiales, tanto en el muro de la fábrica, cuyos responsables declinaron hacer manifestaciones, como en los cristales de viviendas cercanas, señaló Goñi, quien indicó que la empresa fue desalojada pero se preveía que esta misma tarde reanudara su actividad. El edil manifestó su extrañeza por el lugar de la colocación del mismo en el caso de que fuera el objetivo el acuartelamiento de la Guardia Civil, al considerarlo lejano, al tiempo que señaló la inexistencia de conflictos laborales graves en la fábrica.

Por su parte, una vecina del pueblo señaló que la explosión se había escuchado como «un estruendo» en buena parte de la localidad y que, si bien había causado la rotura de cristales de alguna vivienda cercana, así como un boquete en el muro al que había sido adosado, ninguna persona resultó herida. Basilio Sánchez, alcalde de Azagra, aseguró que se trata de un pueblo «muy tranquilo», que nunca ha sufrido el acoso del terrorismo y que «si ha sido alguna cosa de esas que estamos pensando, es muy extraño».