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Como católico practicante y con la autoridad de haber defendido la escuela confesional, el ex president Jordi Pujol expresó ayer su disgusto con la COPE. «No hay derecho a que estos cardenales permitan esto», afirmó por los contenidos de la emisora «desde el punto de vista del respeto a la verdad, a la concordia, incluso desde el punto de vista de su filiación católica».

Que cinco militantes de las Juventudes de ERC se encadenen ante la sede de la COPE en Madrid es un acto de «sensatez» según el secretario general de Esquerra, Joan Puigcercós. Por ello, los republicanos seguirán denunciando por medios pacíficos «el insulto, las amenazas, las calumnias, el chantaje y el odio» que a su juicio se están vertiendo desde algunos medios de comunicación.

Además, señaló que la COPE «produce una urticaria tremenda en Catalunya» y, al mismo tiempo, se produce en el resto de España un fenómeno similar «de gran recelo contra Catalunya». Sin embargo, también quiso dejar claro que no comparte actos como los del miércoles, pues las considera «un poco en la línea de un estilo político amante del espectáculo».

El republicano advirtió que Esquerra no va a permitir que se la tache de grupo terrorista, que se viertan mentiras o insultes sobre el partido y por ello seguirá recurriendo a la denuncia.

«A lo hecho, pecho y no nos vamos a arrugar», sentenció Puigcercós, quien aseguró que los insultos afectan a todos los partidos catalanes, incluyendo al PP, a las instituciones y en general a todos los ciudadanos. En su opinión, esto no es un problema de libertad de expresión, ya que no hay obstáculo para las discrepancias políticas, pero «una cosa es eso y otra es sembrar el odio».

El diputado nacional de ERC Joan Puig justificó desde Córdoba «el acto de queja», organizado por las Juventudes de ERC y que él apoyó ante la sede central de la cadena COPE en Madrid, en protesta por «las desinformaciones que divulga» la citada emisora, y afirmó que las críticas del PP a tal acto buscan «criminalizar la democracia y las diferencias».

Puig reaccionó así ante las declaraciones de líderes del PP, como Angel Acebes o Eduardo Zaplana, que calificaron la protesta de ERC como «asalto» a la COPE. Mientras para el PNV la protesta de los cinco jóvenes es una forma de «expresar su desacuerdo con la línea informativa» de la COPE, que se debe respetar como se respeta la libertad de expresión de la emisora «siempre que lo hagan de forma pacífica y ordenada», como se hizo, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruíz-Gallardón, consideró extremadamente grave que dos diputados de ERC asistieran y «aplaudieran» la escena. El obispo auxiliar de Barcelona, Joan Carrera, señaló que «los obispos no están solos. Hay una cantidad notable de obispos no catalanes ni vascos que comparten la crítica, no a la COPE, sino a las maneras de estos programas».