El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conversa con la canciller alemana, Angela Merkel, en la recepción que tuvo lugar hoy en el Palacio de la Zarzuela, con motivo de la XXIII cumbre bilateral. | Ballesteros

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El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha recibido el aval de la canciller alemana, Angela Merkel, quien ha considerado que España «ha hecho sus deberes» y se sitúa en «muy buen camino» con el pacto alcanzado con sindicatos y empresarios y la reforma de las cajas de ahorros.

Zapatero y Merkel han presidido hoy en el Palacio de la Moncloa la XXIII cumbre bilateral, en la que han participado seis ministros de cada gabinete y que ha concluido con un nuevo mensaje de apoyo al euro y un respaldo a la propuesta alemana a avanzar en la UE hacia un nuevo «pacto de competitividad», lo que acarreará nuevas reformas.

Merkel ha dejado claro que ante el reto de la crisis y los problemas de las deudas soberanas, la solidaridad no basta y ha instado a los socios de la zona euro a dar «pasos importantes» antes del Consejo Europeo de marzo, donde se pretende plasmar el citado pacto.

Zapatero y Merkel volverán a verse mañana en la cumbre extraordinaria que se celebrará en Bruselas y la canciller ha apostado por cerrar en el almuerzo los principios básicos del acuerdo.

Incluiría la necesidad de avanzar hacia unos costes laborales unitarios -eliminando las cláusulas que ligan salarios e inflación-, la armonización de la base imponible del impuesto de sociedades y el retraso progresivo de la edad de jubilación -como ya han hecho Alemania, Francia y España-.

A juicio de la canciller, cada país ha adoptado las reformas necesarias, pero Europa no puede quedarse parada y, además de fortalecer el Pacto de estabilidad y crecimiento, debe lanzar al mundo «una señal importante» armonizando todos los indicadores económicos relacionados con la competitividad.

Zapatero ha elogiado el «sentido común» de muchas de las propuestas del pacto y ha considerado «lógica» la armonización del impuesto de sociedades, pero ha dejado en manos de sindicatos y patronal la posibilidad de desvincular los salarios de la inflación, ya que está todavía abierta la mesa de diálogo para reformar la negociación colectiva.

Sí ha visto bien Zapatero la idea de que las comunidades autónomas fijen por ley su techo de gasto, como han prometido hacer las gobernadas por el PSOE y como ya hace el Gobierno con las leyes de estabilidad presupuestaria.

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Zapatero ha coincidido con Merkel en la necesidad de que los socios europeos coordinen sus políticas económicas y ha presentado a España como «un país de compromisos, de responsabilidad y de cumplimiento de los deberes».

Ha agradecido el respaldo de la canciller al euro y a Europa «en un año de dificultades», en referencia a las elecciones previstas en varios Estados alemanes, y le ha instado a continuar siendo el «sostén fundamental» de la moneda única.

Merkel ha ratificado su solidaridad con el euro y ha elogiado como «muy positivo y muy tranquilizador» que las reformas españolas estén apoyadas por los sindicatos y la patronal.

A su juicio, no cabe hacer ningún tipo de especulación sobre un posible rescate financiero a España «porque va por muy buen camino y los mercados toman buena nota».

Zapatero ha aprovechado la ocasión para elogiar los «sacrificios y esfuerzos» realizados por los agentes sociales con el fin de cerrar el pacto de las pensiones y ha confiado en conseguir también un amplio respaldo de los partidos políticos.

La apuesta por el diálogo social ha quedado plasmada en el almuerzo, al que han sido invitados los líderes de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y UGT, Cándido Méndez, y el presidente de la CEOE, Juan Rosell, junto a los responsables de la patronal y de las principales organizaciones sindicales alemanas.

También estuvieron César Alierta (Telefónica), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola); José Manuel Entrecanales (Acciona) e Isidro Fainé (presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros), que compartieron mantel con el representante de las cajas alemanas y con los máximos responsables de Deutsche Telekom, Siemens y RWE.

Además de los asuntos económicos, Merkel y Zapatero han hablado de la situación en Egipto y han coincidido en pedir al presiente Hosni Mubarak que ponga fin a los ataques a los manifestantes que protestan en las calles y a dialogar con la oposición para iniciar de forma pacífica el cambio hacia la democracia en el país.

Antes de la cumbre, la canciller fue recibida por en el Palacio de la Zarzuela por el Rey, con quien también repasó la situación económica en la UE.