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El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte podría plantear este jueves a las comunidades autónomas, en el marco de la Conferencia General de Política Universitaria, aumentar las horas de docencia de los profesores universitarios que no investigan, puesto que cobran por ello, según han informado fuentes gubernamentales.

Esta puede ser una de las fórmulas para dar respuesta a la «ineficiencia» que supone, según indicó el titular de Educación, José Ignacio Wert, en el último Consejo de Ministros, que una proporción «muy elevada del profesorado no está investigando ni generando conocimiento».

Un informe de la Fundación BBVA sobre la situación de la universidad presentado el martes confirma el aviso del ministro y señala que una de las «principales ineficiencias» del sistema universitario radica en el pago de tiempo para investigación a todo el profesorado estable, a pesar de que menos de la mitad acredita resultados en esta actividad regularmente.

Indica también que hasta 2009 solo uno de cada cinco profesores tenía reconocidos todos los tramos de investigación, conocidos como 'sexenios', y, en conjunto solo se ha reconocido el 43,7 por ciento de estos sexenios potenciales. De esta forma, el mencionado estudio concluye que «la mayor parte del profesorado no alcanza ese reconocimiento por su productividad investigadora, ni responde a los incentivos profesionales y económicos que él mismo ofrece».

Asimismo, advierte de las diferencias «sustanciales» entre categorías profesionales: el 69,5 por ciento de los catedráticos de universidad investiga regularmente frente al 40,6 por ciento de los profesores titulares, el 21 por ciento de catedráticos de escuela universitaria y el 4,9 por ciento de titulares de escuela universitaria.

A la luz de estos datos, el informe propone revisar la idea de que todo el profesorado estable realice actividades docentes e investigadoras y se asigne a cada uno la tarea efectiva, evaluando los resultados de la misma. Es más, también propone que las universidades se especialicen en docencia o investigación y transferencia de conocimiento y evalúen la calidad del personal e instituciones a la hora de asignar los recursos.


TASAS y ABANDONO DE UNIVERSITARIOS

En la reunión de este jueves entre el ministro de Educación y los consejeros del ramo se hablará previsiblemente del aumento de las tasas de matrícula universitarias. En varias ocasiones, Wert ha indicado que son las más bajas de Europa y que el hecho de que se financie el 85 por ciento es, a su juicio, como dotar a todo el alumnado de una beca.


Al parecer, también podría debatirse la manera de paliar el agujero de 3.000 millones de euros que supone la tasa de abandono universitaria, que en España alcanza el 30 por ciento, el doble que en Europa, y el coste de los títulos con poca demanda. Tanto el ministro como el informe de la Fundación BBVA alertan de que en un 29 por ciento de las titulaciones el número de alumnos de nuevo ingreso es inferior a 40.

«Algo más de la cuarta parte de los títulos tienen una masa crítica inferior al mínimo de eficiencia que se considera en las comparaciones internacionales», avisó el ministro en el último Consejo de Ministros. «No se trata de si sobran alumnos o universidades sino de algo que es evidente y es que el ajuste entre alumnos y oferta dista de ser óptimo», añadió.


RECTORES: «LOS RESULTADOS SON SUPERIORES AL ESFUERZO PUBLICO»

Los Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) ha defendido en un comunicado que aunque existe «un claro desajuste» entre recursos públicos empleados y resultados obtenidos en docencia, investigación y transferencia del conocimiento. A su juicio, estos últimos son «proporcionalmente muy superiores al esfuerzo público realizado».


Los rectores subrayan que los datos disponibles, contrastados por diferentes organismos nacionales e internacionales no permiten compartir ni el diagnóstico ni muchas de las afirmaciones realizadas por el titular de Educación.

En docencia, indican que el 79 por cierto de los estudiantes que inician sus estudios finalizan con un título universitario cuando la media en la OCDE del 70%, y recuerdan a raíz del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se ha producido una «clara mejoría» del rendimiento académico, a pesar de haber realizado la adaptación «con un esfuerzo inversor claramente inferior al de otros países».

En cuanto a la producción científica española, la CRUE señala que España experimentó un crecimiento del 80 por ciento entre 1997 y 2008, hasta constituir el 3,4 por ciento de la producción científica mundial, «realizándose dos terceras partes de este porcentaje en las universidades». Admite que la contribución a las patentes mundiales es muy poca, un 0,8 por ciento, pero defiende que el porcentaje de patentes españolas que proviene del sector universitario es el segundo más alto del mundo.