El dirigente de Nuevas Generaciones Ángel Carromero a su salida esta tarde de la Prisión de Segovia tras la obtención del tercer grado o régimen abierto. | Valent

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El dirigente de Nuevas Generaciones del PP Angel Carromero ha abandonado hacia las 18.10 horas de este viernes la cárcel de Segovia para disfrutar del fin de semana después de que Instituciones Penitenciarias haya aprobado definitivamente la propuesta de tercer grado elevada por la Junta de Tratamiento del centro penitenciario.

Con un «gracias por la atención» dirigido a los numerosos medios de comunicación que desde por la mañana esperaban su salida, Carromero ha montado en el turismo Alfa Romeo rojo en el que han ido a recogerle dos de sus amigos.

El vehículo ha llegado poco antes de las 18.00 horas y ha permanecido en el aparcamiento del centro penitenciario de Perogordo hasta unos instantes antes de la salida del joven dirigente 'popular'.

Mientras uno de los amigos que conducía el coche ha esperado en el 'parking', el segundo ha accedido a la prisión para recibir a Carromero, cuya maleta ha cargado hasta el maletero del vehículo una vez éste se ha desplazado hasta la puerta principal del centro.

El joven 'popular', que no ha sido recogido por sus familiares, iba vestido de sport y aparentaba estar tranquilo.

El permiso de fin de semana para los presos que disfrutan el tercer grado no les obliga a volver a un centro penitenciario para dormir hasta el lunes por la noche. Además Carromero ya no volverá a pisar la cárcel de Segovia ya que a partir de ahora dependerá de un Centro de Inserción Social (CIS) de la Comunidad de Madrid donde continuará con su empleo.

Según fuentes penitenciarias, todos los presos sujetos al régimen de semilibertad se encuentra en estos centros que tienen por objeto ir preparando a los internos para su reinserción en la sociedad.

La Junta de Tratamiento de la cárcel de Segovia además de elevar su propuesta de tercer grado este jueves también estableció el modo en el que Carromero tendría que cumplir en ese régimen su condena de cuatro años por homicidio imprudente impuesta por las autoridades cubanas.

Entre las posibilidades que establece el reglamento penitenciario se encuentra la de someterse a un control telemático por el que no sería necesario acudir todas las noches a CIS a dormir.