El presidente de la UPF, Álvaro García Ortiz, ha realizado a Efe estas declaraciones tras conocer la decisión de Torres-Dulce de renunciar a su cargo de fiscal general por motivos personales.
García Ortiz estima que detrás de la decisión de Torres-Dulce se encuentra su falta de sintonía con el Ministerio de Justicia pero ha recordado que aunque al fiscal general lo nombra el presidente del Gobierno se trata de un «cargo blindado» ya que no puede ser cesado por el mismo.
«No nos hace un favor al irse», ha manifestado Álvaro García, que lamenta que se pueda ver a la Fiscalía General como una «correa de transmisión de la voluntad del Ejecutivo», y ha apostillado: «Todos los fiscales del mundo deben soportar presiones de los gobiernos».
Por otra parte, el presidente de la UPF ha comentado que la trayectoria de Torres-Dulce en la Fiscalía General refleja que esta institución ha perdido peso.
Por último, no entiende «la alegría de algún grupo político» por la renuncia del fiscal general y ha señalado que ello le causa tristeza.
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