Oleguer Pujol Ferrusola, durante sus declaraciones en la comisión del Parlament que investiga la fortuna oculta por su familia. | TONI GARRIGA

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Oleguer Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, ha denunciado este lunes la «relación entre la Policía y la prensa» en la investigación por blanqueo de capitales que motivó el registro de su vivienda, lo que a su parecer obedece a un «montaje creado» en torno a su figura.

En su comparecencia en la comisión que investiga el origen de la fortuna de su familia, el hijo menor del expresidente catalán se ha quejado de que la mañana en que la Policía Nacional irrumpió en su casa para registrarla, en una causa que era «secreta», en la puerta había «una veintena de periodistas».

Eso demuestra, a su parecer, la «relación» existente entre «la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales (UDEF), la Policía y la prensa».

Otra de las pruebas de esa complicidad es, en opinión de Oleguer Pujol, que un mes después de la entrada y registro en su domicilio se publicaron en el periódico El Mundo datos relativos a un documento que le fue incautado.

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Tras lamentar que el juez de la Audiencia Nacional que lo investiga no lo haya citado a declarar aún como imputado, pese a haber transcurrido más de cuatro meses del registro, el benjamín de los Pujol ha sostenido que la causa contra él se basa en un «informe de la Fiscalía totalmente infundado, producto de la ignorancia sobre cómo funcionan las operaciones» que gestionó.

Para Oleguer Pujol, cuando la Policía irrumpió en su casa, «ya sabía qué encontraría», puesto que la única información que se llevaron de su domicilio ya estaba en poder de Hacienda.

Según el hijo menor de Jordi Pujol, que ha insistido en que es «totalmente falso» que dispusiera de un botón para borrar el contenido de sus ordenadores desde la distancia, tras el registro los agentes se llevaron solo su ordenador, en el que no había «nada relevante».

«También trajeron perros para buscar dinero en efectivo, pero no lo encontraron», ha apuntado Oleguer Pujol, tras presentarse como víctima de un «montaje creado» alrededor de su figura.