La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (i), y el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante el pleno celebrado esta tarde en el Congreso. | Kiko Huesca

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El pleno del Congreso ha respaldado este jueves definitivamente la proposición de ley conjunta PP-PSOE sobre medidas de lucha contra el terrorismo yihadista, a la que no se ha sumado ningún grupo parlamentario durante su tramitación en las cámaras más allá de los tres partidos minoritarios que firmaron la propuesta.

PP, PSOE, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN han votado a favor del texto, CiU y UPyD se han abstenido mientras que la Izquierda Plural, PNV, Geroa Bai, ERC, BNG, Compromís y Amaiur han votado en contra del pacto antiyihadista, firmado el pasado 2 de febrero por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder socialista, Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa.

El texto, que redefine el delito de terrorismo y recoge las nuevas amenazas en este campo, ha sido refrendado por el Congreso tras ser enmendado por los dos grandes partidos en el Senado y entrará en vigor el próximo 1 de julio junto al nuevo Código Penal ya que modifica el capítulo VII de esta norma.

Una vez más, el debate parlamentario ha evidenciado las posiciones irrenunciables de los grupos y las fuertes críticas del resto de fuerzas de la cámara con el PP y el PSOE, por el «carácter bipartidista y propagandístico» de un texto aprobado «sin consenso y de forma acelerada», pese a que populares y socialistas han defendido sus llamamientos «a la unidad y a un proyecto compartido».

En presencia de los ministros de Justicia, Rafael Catalá, e Interior, Jorge Fernández Díaz, el portavoz popular Jose Miguel Castillo ha lamentado que «fuerzas minoritarias se opongan a esta reforma cuando Europa la elogia». «Les pido que reflexionen sobre ello, porque les recordaré que los actos de terrorismo tienen como blanco la libertad, la tolerancia y la democracia», ha explicado.

Por su parte, el diputado socialista Antonio Trevín ha asegurado que «la ciudadanía no entendería que no se lograra la unidad» de los demócratas entorno al combate al terrorismo, al tiempo que ha rechazado las críticas hacia el PSOE de oportunista.

De la misma forma que han hecho varios de los portavoces, Emilio Olabarria (PNV) ha reprochado al PSOE que avale la prisión permanente revisable que «tanto critica por otra parte» al aceptar la fórmula que incluye el texto.

«Antes estaban muy indignados por lo mismo que van a aprobar aquí», ha dicho Carlos Martínez Gorriarán (UPyD) al dirigirse a la bancada socialista. «El mismo día que dicen no, luego dicen sí», ha señalado el diputado de CiU Jordi Jané.

El texto prevé que a los terroristas que causen muertes se aplicará la «máxima pena privativa de libertad» prevista en el Código Penal, que tras su aprobación hoy por el Pleno del Congreso será la prisión permanente revisable.

«La cadena perpetua es la fórmula civilizada de la pena de muerte y la civilizamos aún más revisándola, pero es interminable», ha denunciado el diputado de la Izquierda Plural, Gaspar Llamazares.

Todos los portavoces ha coincidido en la amenaza que supone el yihadismo para la democracia y la sociedad, pero ha defendido la prevención como la herramienta para combatir este fenómeno con más «medios humanos y materiales» en lugar de «mayor represión».

En líneas generales, el documento hace hincapié en combatir los nuevos instrumentos de captación y adiestramiento en el odio que caracteriza el «fanatismo totalitario» que difunden «líderes carismáticos» por internet, especialmente las redes sociales.

También da cabida al fenómeno de los combatientes extranjeros que se desplazan a zonas de conflicto para enrolarse en organizaciones terroristas, así como a los denominados «lobos solitarios": terroristas que no están vinculados a ningún grupo y que actúan individualmente, según su propio modus operandi.