El bochorno ha sido muy acusado durante estos días. | Sebastià Bauçà

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La entrada de una masa de aire frío por el noroeste peninsular, que dejará tormentas, inestabilidad y temperaturas algo más bajas, acabará con la ola de calor que durante 14 días consecutivos ha activado alertas por temperaturas máximas de más de 40 grados.

En el periodo comprendido entre el 3 y el 16 de julio (ambos inclusive), la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha señalado el aviso naranja o rojo por altas temperaturas durante todos los días y ha destacado los días 6 y 7 de julio cuando se activó la alerta roja en Córdoba y en Zaragoza, Huesca, Lleida y Valencia respectivamente.

A partir de mañana, esta ola de calor, se disipa para entrar en un «pequeño valle» con una disminución de las provincias afectadas por calor intenso -sólo hay avisos amarillos-, así como de la temperatura media total en España, ha explicado a EFE, Ana Casals, portavoz de la Agencia de Meteorología.

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Casals ha detallado que estos valores máximos corresponden a un «episodio de altas temperaturas con numerosos picos» que comenzó el 26 de junio y, que, de momento, llega hasta el día de hoy.

A este respecto, la meteoróloga, ha puesto de relieve que el primer pico se originó entre el 27 y el 30 de junio, el segundo pico, más prolongado e intenso, alrededor del 7 de julio y un tercero que afectó los primeros días de esta semana.

Las temperaturas mínimas caerán y la más baja se espera en Vitoria con 14 grados, seguida de Bilbao, San Sebastián, León, Lugo, Pamplona y Pontevedra con 15.

Aunque hay una cierta probabilidad del fin de este episodio a partir de mañana no se descarta «un cuarto pico de altas temperaturas» entre los próximos días 20 y 22 de julio, con un progresivo ascenso del mercurio en casi todo el país.