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La amargura y desmotivación de su hijo de 39 años, el pequeño de cinco hermanos, es lo que ha llevado a un pensionista a publicar un anuncio en el que ofrecía hasta 5.000 euros por un contrato de trabajo para su descendiente.

Antonio (nombre ficticio) publicó el pasado día 28 un anuncio en el Heraldo de Aragón en el que se leía «Pensionista en paro ofrece 5.000 euros a empresa que contrate a su hijo en paro, cualificado, responsable y trabajador, buen expediente profesional, según contrato, cantidad negociable, privacidad absoluta».

En una entrevista telefónica concedida, Antonio se siente orgulloso de los numerosos puestos de trabajo que creó como abogado de la administración durante sus cuarenta años de profesión ininterrumpidos en distintas comunidades autónomas. Por eso, a sus 68 años, reconoce que es «muy amargo» ver a un hijo en una edad crítica en paro.

Tras agotar distintas posibilidades y pasos, Antonio decidió publicar este anuncio, no como «una mordida» que su ética profesional le impediría, sino como una «llamada de atención» hacia alguna empresa o emprendedor que necesitara dinero para poner un negocio en marcha y contara con su hijo como socio.

Sin embargo, lo que ha recibido ha sido la llamada de unas veinte empresas, entre ellas una compañía vitivinícola de La Rioja y el resto en su mayoría de Zaragoza, interesándose por mantener una entrevista con el hijo y que «no han querido saber nada del dinero».

Según Antonio, el pequeño de los cinco hijos optó por la FP y ha trabajado en distintos empleos que no tenían relación unos con otros, desde contratos en el sector de la administración pública, el CSIC, el instituto Carlos III, así como en el sector químico, hostelero o inmobiliario.

Antonio define a su hijo como «muy activo» que ha trabajado en distintos turnos «sin importarle», porque «lo que le importa es el trabajo». El trabajo es «su sueño y el mío, su felicidad y mi descanso», ha asegurado.

Y es que Antonio explica que ahora los pensionistas no pueden dormir tranquilos porque sus sueldos no les llegan, porque con él mantienen a sus familia -en su caso, a sus cinco hijos-, y porque a pesar de que la mayoría son titulados superiores tienen sueldos «mileuristas» y «eso en una ciudad como Madrid y con hijos es tremendo». «Da igual que tengan trabajo, el sueldo no les llega».

Este pensionista vive en Madrid pero su quinto hijo está afincado en Huesca, ciudad a la que llegó hace veinte años gracias a uno de los destinos de su padre, y allí tiene su vida, su hijo de 5 años y sus amigos.

Ahora, según Antonio, está «desconcertado» con la repercusión del anuncio, del que se han hecho eco numerosos medios nacionales y locales ya que, además, se enfadó al enterarse de la intención de su padre una horas antes de que saliera publicado.