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Unos 1.200 militantes y simpatizantes de la CUP asisten hoy a la asamblea de esta formación que se celebra en Manresa (Barcelona) y que tiene como finalidad debatir las negociaciones con Junts pel Sí (JxSí) y el sentido del voto de sus diputados en la investidura del presidente de la Generalitat.

La asamblea, convocada con carácter informativo y no decisorio para debatir los «escenarios» políticos que pueden producirse en las próximas semanas en Catalunya, se ha iniciado pasadas las 10 de la mañana, y en la misma participan unos 1.200 militantes de la CUP y de las entidades agrupadas en torno a Crida Constituent.

Aunque la cifra de asistentes es menor que la que se esperaba, puesto que se habían inscrito más de 1.600 personas, la expectación que genera la asamblea de la CUP -que tiene lugar en el pabellón Nou Congost de Manresa-, es muy grande, y prueba de ello es la cantidad de medios de comunicación que siguen la cobertura informativa de este acto.

La asamblea se ha iniciado con la exposición de un informe de la comisión negociadora, seguida de una evaluación de cada uno de los diputados y de los miembros del secretariado nacional.

A continuación han intervenido los representantes de las trece organizaciones territoriales de la CUP, que han expuesto los criterios defendidos en sus respectivas asambleas celebradas esta semana, en las cuales ha habido posicionamientos muy diversos entre el «sí» y el «no» a investir al candidato de JxSí, Artur Mas.

En principio, en la asamblea no se debe votar ni aprobar nada, puesto que únicamente ha sido convocada para evaluar la estrategia de la comisión negociadora con Junts pel Sí, y para debatir el futuro posicionamiento de la CUP cuando sea convocada una nueva sesión de investidura en el Parlament.

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En los últimos días, no obstante, se ha sucedido la publicación de comunicados de los diversos sectores que conviven dentro de la CUP o de su entorno, como los de Endavant y Arran -radicalmente en contra de investir a Artur Mas como president-, o el de Poble Lliure -heredero del Moviment de Defensa de la Terra-, que expresa una posición más abierta y partidaria de un 'sí' condicionado.

La publicación ayer de un manifiesto en contra de la investidura de Artur Mas suscrito por unas 140 personas provocó malestar en algunos sectores de la CUP, que acusaron a Endavant y a su entorno de haberlo promovido, aunque entre los firmantes figuran también portavoces de organizaciones próximas a ICV o que han suscrito coaliciones con esta última, como los dirigentes de Procés Constituent Teresa Forcades y Arcadi Oliveres.

Esta mañana, sin embargo, el clima ha sido muy distendido entre la militancia 'cupera' y, si hay discrepancias, estas podrían producirse durante la tarde, cuando tenga lugar un «macro-debate» abierto a todos los asistentes, seguido de unas breves intervenciones abiertas a los medios de comunicación con las que se clausurará el encuentro.

El hecho de que no se prevea ninguna votación vinculante no quita que la asamblea de Manresa pueda servir para orientar la estrategia de los representantes de la CUP en la comisión negociadora.

Los militantes de la CUP reflexionan en torno a cuatro escenarios: mantener el 'no' a Mas, investirlo pero con condiciones (plan de choque con medidas sociales, ruptura con el Estado y apertura de un proceso constituyente), dejar pasar las elecciones del 20D y confiar en una hipotética abstención de Catalunya Sí que es Pot, y la convocatoria de elecciones el mes de marzo si fracasa la investidura.

Algunos de los asistentes a la asamblea han defendido la posibilidad de que se celebre una consulta interna, precisamente para posicionarse sobre los mencionados escenarios, pero también han habido militantes que han advertido que esto podría ser «contraproducente»