El nuevo presidente electo catalán, Carles Puigdemont, tras el pleno del Ayuntamiento de Girona. | Efe

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha replicado este lunes las advertencias del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmando que «es un presidente en funciones y por tanto hace declaraciones en funciones».

En declaraciones tras su pleno de renuncia como alcalde de Girona, ha relativizado el aviso de Rajoy al independentismo de que impedirá ilegalidades: «No me interesa lo que diga un proyecto que se acaba», ha dicho en alusión implícita a que el Gobierno central está en funciones y debe formarse otro tras las elecciones generales de diciembre.

«Me interesa lo que diga el proyecto que tendrá que venir, si es que tiene que venir alguno», ha ironizado en referencia a la dificultad de formar gobierno después del 20D.

Puigdemont ha añadido que Catalunya sí ha conseguido finalmente formar su Govern: «De momento, los deberes que hemos hecho en Catalunya, en España aún no los han hecho».

Rajoy avisó el domingo de que el Estado funciona siempre y de que no le faltará firmeza para defender la Constitución, y acusó a Puigdemont de basar su discurso de investidura en la «ilegalidad ya constatada» por el TC sobre el proceso soberanista.

«Leal» a Artur Mas

Poco antes, en su discurso durante el pleno municipal, Puigdemont ha elogiado una vez más a su antecesor en la Generalitat, Artur Mas, y ha asegurado que se siente «leal» a él.

Además, ha lamentado no «redondear un proyecto» municipal en Girona que debía finalizar este mandato, ya que ha recordado que se había presentado con el compromiso de limitarse a dos periodos.

El municipalismo es «imprescindible» para construir un nuevo país

Durante el pleno de renuncia, Carles Puigdemont, ha asegurado que el municipalismo debe ser «imprescindible» para la construcción de un nuevo país, y ha reconocido que no tenía previsto en ningún caso ser presidente, pero no podía rechazarlo.

Puigdemont ha explicado que estos cuatro años y medio de alcalde «han sido un aprendizaje fundamental» para aceptar el nuevo cargo y que en ningún caso hubiera aceptado si no hubiese estado en la alcaldía.

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El elegido presidente número 130 ha recordado muchas de las políticas que ha impulsado desde el Consistorio --ha dado relevancia a las políticas de empleo-- y ha asegurado que ha intentado servir lo mejor posible a la ciudad.

En su discurso también ha querido evidenciar su intención de «dejar la huella del municipalismo», ya que considera que es una forma de crear vínculos más allá de las diferentes ideologías y que ha podido comprobar en Girona.

Para terminar, Puigdemont ha asegurado que la ciudad funciona gracias a los ciudadanos, a los que ha agradecido «su confianza», y se ha despedido con un 'Visca Girona y Visca Catalunya'.

La oposición le desea suerte

Los diversos grupos de la oposición han deseado suerte: Jean Castel (C's) le ha pedido que como presidente esté a la altura de los anteriores «presidentes de Amer» --localidad natal de Puigdemont--.

La líder del PP en Girona, Concepció Veray, le ha pedido que cumpla todo lo que pedía a la Generalitat y le ha recordado que en ella «tiene una amiga».

Maria Mercè Roca (ERC), igual que la concejal de la CUP Laia Pèlach, le ha recordado que les diferencia «el modelo de ciudad» y le han reclamado que no se olvide de Girona.

El concejal de Sostenibilidad, Carles Ribas, ha valorado que Puigdemont ha dado un gran paso personal y le ha dado las gracias por su capacidad de pacto que ha permitido gobernar la ciudad en minoría y que ha «puesto Girona en el mundo».

Apoyo de consellers

Al pleno extraordinario han asistido tres consellers de la Generalitat: Santi Vila, Irene Rigau --ambos de la provincia de Girona-- y Meritxell Borràs.

Antes de empezar el pleno, unas 50 personas han aplaudido y vitoreado al nuevo presidente, ante una gran expectación de medios de comunicación.