El presidente catalán interviene ante los medios en su recepción en el Consolat de Mar. | Twitter

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El presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha reiterado este viernes que solo asistirá a la final de la Copa del Rey de fútbol que jugarán el domingo el Barcelona y el Sevilla si se retira «la absurdidad» de prohibir la exhibición de estelades.

«Si se autoriza que los catalanes puedan expresarse libremente sí que iré porque tenía ganas de ir», ha dicho Puigdemont en Palma sobre la decisión que deberá tomar el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid acerca de los recursos presentados contra la prohibición de exhibir estelades en la final de la Copa del Rey.

Puigdemont ha señalado que tenía previsto asistir porque se trata de una competición importante «para mucha gente de todo el mundo», pero tras la prohibición no acudirá para no avalar «un ataque a un principio democrático de la libertad de expresión», que considera «un ultraje a la democracia», ha declarado en Palma a los medios tras reunirse con la presidenta del Govern balear, Francina Armengol.

«Si se levanta esta absurdidad voy a asistir», ha anunciado.

Puigdemont ha destacado que no es el único que rechaza una prohibición que considera que se observa «con estupefacción» desde todo el mundo.

Cree que el rechazo que ha provocado «debería servir al Estado español para reflexionar exactamente sobre qué entiende por democracia y cual el es modelo de relaciones que cree que debe tener con los ciudadanos de Catalunya».

Según el presidente catalán, los catalanes, independientemente de lo que piensen sobre la independencia, están de acuerdo en que la libertad de expresión es la base de la democracia, una posición en la que «no hay fractura» porque «lo que quieren es un país democrático en el que la gente se pueda expresar pacíficamente».

Puigdemont cree que «lo que está en juego es un debate democrático porque si no se puede enseñar la bandera independentista o estelada qué será lo siguiente», se ha preguntado.

Ha agradecido a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que haya dicho que tampoco asistirá, un gesto que considera «coherente con su compromiso democrático y que no prejuzga que tenga ninguna complicidad con lo que representa la bandera independentista».

Por su parte, la presidenta Armengol cree que la prohibición de mostrar estelades es un error político que «crispa cuando lo que es necesario es el diálogo, el acuerdo y la capacidad de entender y a la vez también de convencer».