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El Gobierno tiene previsto aprobar el próximo viernes en Consejo de Ministros una serie de medidas fiscales, que incluyen la subida de los impuestos al alcohol y al tabaco, así como un gravamen para las bebidas carbonatadas, han confirmado fuentes gubernamentales.

El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, se ha reunido este miércoles con los portavoces de varios grupos parlamentarios en el Congreso con el propósito de explicarles estas medidas, que serán aprobadas este viernes junto con el techo de gasto de 2017 y que serán enviadas a Bruselas.

Entre estas iniciativas se encuentran, además de un plan de lucha contra el fraude en el IVA y una reforma del Impuesto sobre Sociedades, el retoque de varios impuestos especiales y la aplicación de un gravamen o tasa a las bebidas refrescantes carbonatadas.

Según fuentes parlamentarias, el ministerio de Hacienda pretende aumentar la recaudación a través de estos impuestos a la vez que preservar la salud pública.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó recientemente un informe que recomendaba gravar con más tasas las bebidas azucaradas para reducir los problemas de obesidad, la diabetes de tipo 2 y la caries.

En el mismo sentido, el Ejecutivo también pretende cambiar la estructura del impuesto al tabaco y subir el que grava el alcohol, mientras que finalmente no se tocará el impuesto de los carburantes.

Montoro se ha reunido a lo largo de esta mañana con el portavoz de Nueva Canaria, Pedro Quevedo, con la de Coalición Canaria, Ana Oramas, y con la de ERC, Esther Capella.

En estos encuentros, el titular de Hacienda también les ha informado sobre la reunión que mantendrá mañana con los consejeros de Economía y Hacienda autonómicos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

En esta reunión se abordarán los objetivos de déficit público de las CCAA para 2017 y 2018, que según ha avanzado esta semana Montoro serán mayores de los inicialmente previstos.

De hecho el ministro avanzó ayer que se revisarán «al alza» los objetivos para 2016 y 2017, que actualmente están en el 0,7 % y el 0,5 % del PIB, respectivamente.

Fuentes socialistas han señalado a los medios de comunicación que el PSOE ha enviado al ministerio una última propuesta para que la meta de déficit se sitúe en el 0,6 % del PIB el próximo año, pero que todavía no habían obtenido respuesta.

En todo caso, Montoro ha avisado de que el proyecto presupuestario del Gobierno para 2017 no incluye «reducciones de gasto de bienestar» ni «prácticamente» ningún recorte «en la categoría de gasto».