Miguel y María, dos de los okupas del Bloque VIII, explican cómo viven. | Youtube Ultima Hora

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Miguel Flores y María Heredia tienen 22 y 20 años y son dos de los okupas del bloque VIII de ‘Corea’ al que le cortaron el agua el lunes pasado. La pareja tiene un niño de dos años y espera a otro mientras vive de manera irregular en un piso del bloque desde hace tres meses. En esta casa, de unos 30 metros cuadrados, llegaron a vivir hasta 11 personas después de que los desalojaran de un piso cercano en el que también vivían de okupas.

Después de que Cort les cortara el suministro de agua por el riesgo de que se vea afectada la estructura del edificio, los Flores Heredia, junto a otros vecinos, volvieron a pinchar el agua esa misma noche. «No nos ha quedado más remedio. A nosotros no nos dejan sin agua. Y más con un niño aquí y otro de camino. Picamos abajo antes de que se secara el cemento y estuvimos rascando con lo primero que encontramos a mano hasta que pudimos volver a poner el agua», explica el padre.

La familia sobrevive gracias a las pensiones no contributivas de los padres de él y a los escasos ingresos que recibe Miguel, que está dado de alta en una empresa de trabajo temporal y ejerce de jardinero. «Pero solo me piden trabajar días sueltos y así no hay quien ahorre», explica.

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Miguel Flores y María Heredia no quieren ir a un albergue, tal y como les sugerieron los servicios sociales, pero sí verían con buenos ojos que les realojaran en otra casa en la que pudieran resolver su situación.

Otro vecino del barrio, Ramón, denunció, entre otras cosas, la falta de limpieza en las calles de ‘Corea’.

La lucha no cesa. Las familias del bloque VIII se plantaron este martes por la mañana en la plaza de Cort con varias garrafas de agua vacías para exigir al alcalde Antoni Noguera que les llenara las botellas y que se reuniera con ellas para intentar arreglar la situación. Al final, compareció la secretaria de Noguera, les tomó nota otra vez del teléfono y les dijo que llamaran a Emaya para preguntar por qué les han retirado el suministro.

Miembros de Stop Deshaucios, que también estuvieron presentes en la acción de las garrafas, afirmaron que «ocurrió un caso similar en Llucmajor y allí sí que nos dieron agua para las botellas», y añadieron que «la secretaria ha dicho que ellos no saben quién hizo el corte de agua cuando, en realidad, el Ajuntament ya ha dado un motivo, que es por seguridad. Pero realmente son los vecinos los que se preocupan por la seguridad».