Las obras de reforma del puerto comenzaron hace unas semanas y se prolongarán aún varios meses. | E.C.

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Vecinos, restauradores y entidades del Molinar se concentrarán este sábado frente a las instalaciones del puerto para exigir que se replantee el proyecto de reforma del puerto, cuyas obras ya han comenzado, teniendo en cuenta a todas las partes afectadas.

«La indignación es visible en el barrio del Molinar porque las obras se están efectuando sin consenso y sin información», lamenta Miquel Obrador, presidente de la Associació es Born del Molinar. El también presidente de la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma denuncia que «Cort y la Autoritat Portuària (APIB) han dado un cheque en blanco a la plataforma ‘Al Molinar, Port Petit’ y han asumido todas sus peticiones».

Según los convocantes de la protesta, que comenzará a las 11.00 horas, «Port Petit nunca se ha sentado con los vecinos ni con las entidades del Molinar, excepto con una, por lo que los únicos responsables del descontento y la guerra vecinal son el Consistorio, la APIB y esta plataforma por no escucharnos e ignorar nuestras solicitudes».

«Exigimos que sean valientes y se sienten con todos los partidos políticos y todas las entidades del Molinar, sin recusar a nadie, y se replanteen el proyecto, que sea consensuado y útil para los servicios marineros, como se debería haber hecho desde el principio», detalla Obrador.

Deja claro que «consideramos que el bulevar que se construye es innecesario porque posiblemente se convertirá en un emplazamiento para realizar botellones». Sí están de acuerdo en la escuela de vela y en la prolongación del paseo, pero insiste en que «no queremos un club grande, queremos un club que dé servicio cien años más».

Los restauradores, por su parte, consideran «inadmisible» que las obras se realicen en verano y que ya han comenzado a afectar a sus negocios.

«Brindis al sol»

Miquel Obrador negó este jueves haber recibido hasta el momento ninguna comunicación por parte de la Autoritat Portuària en relación a si se va a modificar el calendario de las obras para ejecutar durante el verano los trabajos que se pueden hacer desde el mar, y reducir así las molestias a los residentes y empresarios del barrio. En cualquier caso, Obrador declaró que estas medidas «no son más que un brindis al sol».