Geoff Dominy se propone acabar con los grafitis.

TW
13

Geoff Dominy está «encantado de Mallorca. Y quiero estar orgulloso de Palma y de la Isla». Por esta razón, detesta que sea conocida como «un destino de borrachera», según dice, o que el centro histórico de Palma «esté sucio y lleno de grafitis». «Debemos acabar con esto», defiende.

Es por este motivo que ha impulsado ‘Mi Isla también’, un proyecto apolítico que se propone acabar con los grafitis y convertir Mallorca en «una isla de arte». Su propuesta respecto a las pintadas callejeras es esta: identificar a sus autores, castigarlos y publicar sus nombres. «Tristemente, las leyes existentes no actúan como un elemento disuasorio.

De hecho, estas personas rara vez son castigadas y esto tiene que cambiar. Nuestra iniciativa pide multas mucho más altas, la obligatoriedad de limpiar lo que han hecho, cubrir los costes del material de limpieza, llevar un uniforme que les identifique como sus autores y un castigo adicional si no cumplen los términos de la sentencia», expone.

Dominy sabe que buena parte de su propuesta debe ejecutarla la policía y que comporta cambios en la legislación. En este sentido, quiere reunirse con las autoridades locales para que la asuman. Sin embargo, él ya ha iniciado una «catalogación» de todos los grafitis que «ensucian» el centro de Palma con el fin de identificar a sus autores. Los fotografía, los compara y observa las similitudes para determinar si el autor de una pintada ha hecho otra en otro punto.

‘Mi Isla también’ «también proporciona soluciones». Es por ello que la propuesta va acompañada de la iniciativa ‘Street Art after dark’ [Arte callejero después del anochecer], que propone transformar «las feas persianas metálicas en lienzos de arte». La idea es convocar un concurso anual en que se premiará a diez artistas locales («cinco hombres y cinco mujeres») por realizar cinco intervenciones con un tema común. En la Nit de l’Art se les otorgaría un premio y se les retribuiría con 1.000 euros por mural.

«Es lamentable que Palma esté tan sucia. Propongo todo esto porque adoro Mallorca. Este es mi problema», asegura.