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La fiesta del sacrificio del cordero, la más importante del calendario religioso de la comunidad musulmana que ha congregado a dos mil fieles este sábado en Son Moix, se vio alterada con la irrupción de la Guardia Civil en una finca de La Vileta, en Palma, donde se guardaban un centenar de corderos para otras tantas familias que debían pasar a recogerlos tras el rezo comunitario que tuvo lugar a primera hora de la manaña en las mencionadas instalaciones municipales.

Según testigos presenciales, agentes de la Guardia Civil, así como representantes de las conselleries de Salut y Agricultura, se personaron en la finca y tras inspeccionar el lugar y comprobar si se cumplían la normativa sanitaria y de bienestar animal acabaron levantando acta por infracción administrativa y multando al propietario. También se instó a las familias presentes a abandonar el lugar.

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Poco después personal de Natura Parc se llevó a los animales en camiones, con lo que la fiesta quedó suspendida para todos los afectados.

Un miembro de la comunidad musulmana, que prefirió no revelar su identidad, aseguró que «estamos muy indignados, esto es persecución y no pasa en ninguna otra comunidad». Esta misma fuente aseguró que «todo estaba en regla, no había irregularidades con los animales y esto no pasa en Mallorca cuando se hacen matanzas». «Nosotros somos los primeros en parar la fiesta si las cosas no se hacen bien», aseveró.

No obstante, desde la Guardia Civil se explicó que estas inspecciones se realizan siempre que hay eventos o ferias con la presencia de animales, por seguridad, y que nada tienen que ver con motivos religiosos o culturales.

El apunte

«Provocación y ruptura de la convivencia»

La comunidad musulmana de Mallorca consideró «un acto de provocación y ruptura de la convivencia» la intervención este sábado del Seprona de la Guardia Civil en la finca de Son Rossinyol, en La Vileta. En un manifiesto aseguran que lo que la Administración considera «un acto de legalidad» es «estéticamente un ataque directo» para ellos. Por eso, realizó «un llamamiento a la convivencia y al respeto de las formas de vida de los nuevos ciudadanos, ya que nos consideramos ciudadanos de pleno derecho».

También se realizó un «llamamiento urgente a una mesa de reflexión con la Administración para que no vuelvan a suceder estos hechos» y se instó a la comunidad a que «no ceda a la provocación y mantenga la calma». En el mismo manifiesto se explicó que «la fiesta del sacrificio es un acto de convivencia entre religiones que representa el sacrificio del padre de los profetas, Abraham, que quiso sacrificar a su hijo Ismael en obediencia a Dios». La comunidad musulmana en Baleares, se añadió, «celebra cada año esta festividad en convivencia con nuestros hermanos cristianos y judíos. Como muestra de la gran armonía que se vive entre los ciudadanos compartimos esta festividad con nuestros vecinos y les invitamos a que compartan este día con nosotros».