Ante esto, los afectados han hecho un barrido por la zona y han detectado que al menos «entre cinco y diez locales de Santa Catalina» incumple las ordenanzas y no ajustan su actividad real a la licencia de actividad que poseen «ya que sin tener autorización organizan fiestas y juergas hasta altas horas de la noche». La asociación, asimismo, denuncia que esta actividad ilícita «transforma y deteriora el espacio urbano del barrio» ya que, aseguran, «algunas de ellas están ubicadas en fincas residenciales de uso comunitario» donde, según la normativa, no puede haber discotecas. Todo ello, reiteran, «genera una angustia residencial de alto voltaje en el barrio ya que cierran a las cuatro de la mañana».
La conclusión a la que llegan los vecinos es que «no existe un seguimiento adecuado por parte de la Administración de los usos de las licencias» y la permisividad y la falta de seguimiento «hace que el problema se agrave y se alargue durante años. La conclusión es clara, la negligencia es la norma» y apuntan al departamento d'Urbanisme de Cort que es el que tiene las competencias.
Los afectados aseguran que, después del refuerzo en la vigilancia por parte de Cort durante estos meses de verano, «la situación ha mejorado un poco» ya que han detectado menos incumplimiento en la ocupación ilegal de la vía pública en alguna zonas «pero en otras, como en la calle Fábrica o la Plaza del Vapor, la situación sigue sin resolverse. Las mesas de las terrazas no te dejan andar y en la plaza, cada fin de semana, es desastroso». Es por ello que exigen al Ajuntament «que se haga responsable tanto de inspeccionar que tipo de local se abre cuando se otorgan las licencias y, sobre todo, de comprobar los usos que hacen los establecimientos en el tiempo».
3 comentarios
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Con el beneplácito del Alcalde, ya que si se llama a la policía no acude NUNCA, alegando que no tienen efectivos. Para que están entonces?
Esta gente me recuerda a Gargamel
Totalment d'acord, hi ha locals que exerceixen actividad sense llicència. Als baixos on viu sa meva germana un café-restaurant fa espectacles sense llicència ni insonorització ni RES. Quan només per això haurien de passar i tancar-lis el local, per delinquir i enganyar a s'administració, a més de perjudicar als veíns que VIUEN allà. Això és GREU.