Imagen de archivo de las casetas del mercadillo de la plaza de España | Julián Aguirre - J. AGUIRRE

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Las obras de renovación de la plaza de España y Porta Pintada afectarán de lleno al mercadillo navideño que Cort ha decidido trasladar al Parc de Ses Estacions, tal y como ha comunicado este miércoles la regidora d’Economia i Comerç, Lupe Ferrer, a los representantes de las patronales y asociaciones de comerciantes, artesanos y feriantes.

La decisión, sin embargo, ha sido acogida con recelo por los afectados que temen por la falta de seguridad del parque y piden que se les reparta, en pequeños grupos, por zonas más concurridas de la ciudad. «Me parece que una ruina para nosotros porque es un lugar de paseo, no comercial, y a según qué hora hay muy mala gente», señala la artesana Claudia Segredos.

En la reunión se ha planteado la posibilidad de diversificar los puesto en diferentes espacios. Sin embargo la ubicación final de cada uno no se sabrá hasta que no se conozca el número de solicitantes.

María José, que también tiene un puesto en la plaza de España, advierte de que Ses Estacions «es la muerte» y recuerda que las familias artesanas se juegan «el puente económico del invierno».

Además, a Patricia Cohen, otra de las cerca de cien personas afectadas, le preocupa la inseguridad. «Ir al Born podría ser más seguro, nos lo merecemos. Cada vez nos exigen más dinero pero nos desvalorizan más», lamenta. Esta artesana recuerda las últimas ediciones vividas en la plaza de España cuando «hubo días en que llamábamos trece veces a la policía». Pide poder trabajar en mejores condiciones, «venimos reclamando casetas decentes porque son de tan mala calidad que le das una patada y ceden», explica recordando que a su compañero le robaron 5.000 euros en mercancías.

Marion Kell es artesana de costura y confección desde hace 25 años y le preocupa «muchísimo» el cambio. «Para mí lo ideal sería ir encontrando huecos en otros espacios de la ciudad donde haya movimiento de personas», señala. Y es que, al igual que sus compañeras, ve con recelo el hecho de que en el Parc de Ses Estacions sea una zona de paso para los vecinos y no un punto de interés en sí. «No creo que podamos vender mucho», considera.

El traslado también afecta a los puestos de comida y dulces que, como el resto, serán reubicados y se pretende dar protagonismo a los productos alimentarios locales mediante paradas específicas.

El mercado navideño, que sí que mantendrá sus emplazamientos de La Rambla y plaza Major, se celebrará entre el 23 de noviembre y el 7 enero.