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M. BAUÇÀ/J. ROSSELLÓ Los ayuntamientos de Calvià y Andratx, principales damnificados por la huelga mantenida ayer por los trabajadores de las empresas Catalina Marqués y Autocares Andratx, anunciaron ayer que solicitarán al Govern de les Illes Balears el rescate de las concesiones administrativas que permiten explotar comercialmente las líneas de transporte colectivo entre estos municipios y Ciutat. Ambos consistorios argumentan el deficiente servicio ofrecido por ambas empresas y las numerosas quejas a menudo expresan los pasajeros.

El concejal responsable del área de Transportes del Consistorio calvianer, Antoni Garcia Moles, pidió al Govern que rescate «inmediato» de las concesiones que se realizan con «autobuses viejos que indignan a los usuarios». «El Ajuntament está muy molesto, es un cáncer que viene de atrás y hay que extirparlo», manifestó el edil socialista.

Por su parte, la alcaldesa de Andratx, Margalida Moner, remitió ayer una carta de queja a Catalina Marqués y otra a la Conselleria d'Obres Públiques i Transports pidiendo el rescate de la concesión. «No es de recibo que ni siquiera se nos haya avisado de la huelga; nos hemos enterado por la prensa», lamentó la batlessa popular de Andratx. Moner arremetió con dureza hacia las empresas de transporte: «Tenemos muchísimas quejas, pues ofrecen un desastre de servicio; que nos quiten esta gente de en medio».

Ayer era día de mercado en Andratx. Un reclamo turístico. Pasado el mediodía se comenzó a formar una larga cola de visitantes que querían regresar a sus hoteles. La intervención de la Policía Local evitó mayores problemas y ordenó una cola que en algún momento llegó a concentrar a más de 400 personas, y eso que muchos ya no habían podido viajar hasta Andratx. Muchos turistas se mostraron indignados por la absoluta falta de información. Los taxistas de Andratx no daban a basto e incluso se solicitó el refuerzo de los taxistas de Calvià, que no llegó. De hecho, este colectivo también trabajó ayer más de lo habitual.