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Los niños de Búger apagarán cada sábado sus consolas y sus videojuegos para dedicarse a jugar como ya lo hacían sus abuelos. Ayer comenzó oficialmente el seminario de juegos tradicionales que organiza el Ajuntament y que se impartirá cada sábado en las instalaciones del colegio mientras dure el curso escolar. La idea surgió del primer teniente de alcalde, Pere Perelló, quien pretende recuperar con esta iniciativa los juegos en equipo en los que la imaginación es el principal ingrediente.

Los chicos y chicas de entre 6 y 13 años pasarán las mañanas de los sábados en la escuela municipal jugando a la petanca, la peonza, las canicas o al «pilla pilla» y es que hay gustos para todos. Perelló pretende que los chicos salgan a la calle al menos un día por semana y separarlos así del televisor, los ordenadores y juegos electrónicos que les mantienen encerrados en una habitación. Los juegos tradicionales, los de toda la vida, facilitan la comunicación y las relaciones sociales.

Las jornadas comenzaron ayer con una charla introductoria. Los pequeños contribuyeron a crear el programa de actividades. Ellos mismos elaboraron un cartel con los nombres de los juegos tradicionales que conocen y, a pesar de lo que muchos puedan pensar, lo cierto es que el escondite o el balón prisionero siguen siendo diversiones para muchos. Las piñatas, los juegos de mesas, las cuatro esquinitas o el rescate fueron algunas de las sugerencias.

A partir del próximo sábado, los niños pasarán de las palabras a los hechos. El Ajuntament aportará los materiales necesarios para fomentar los juegos que se celebrarán al menos hasta el final del curso escolar. De momento hay una veintena de chicos matriculados, aunque la propuesta sigue abierta.