Un directivo llega a la reunión de ayer en las oficinas de Majórica. Foto: MARGALIDA FUSTER

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El mutismo por parte de la empresa Majórica de Manacor hace que se disparen toda clase de rumores. Ayer tuvo lugar una reunión de accionistas en donde se debía debatir la posibilidad de llevar a cabo una ampliación de capital para reflotar la industria perlera.

Durante el día de ayer se celebraron distintas reuniones, sin que al final del día se llegara a ninguna conclusión sobre una actuación determinada a llevar a cabo para reflotar la empresa. «No tenemos nada claro», expresó ayer, el jefe de relaciones externas, Javier Curtichs, quien en todo momento aplicó la ley del silencio argumentando «no poder hacer declaraciones».

Por otra parte, Ultima Hora ha podido saber que existe un supuesto grupo inversor que estaría interesado en comprar Majórica, hecho que no ha sido ni desmentido ni confirmado por parte de la actual propiedad.

Asimismo, las especulaciones apuntan a que este grupo inversor podría esperar a que Majórica cayera en quiebra y aprovechar esta desagradable ocasión para comprar la empresa a través de una subasta. Esto puede suponer que el precio que se pagaría sería mucho más bajo que el que podría obtener Majórica si lo pusiera a la venta en estos momentos. A través de la subasta, el grupo inversor pagaría solo el valor de las deudas adquiridas por Majórica que actualmente ascienden a unos 7.000 millones de pesetas.

Por otra parte, empresarios y vecinos de Manacor han expresado a esta redacción su malestar sobre la actuación de los directivos de Majórica al intentar recibir ayudas por parte de las instituciones autonómicas, como el Govern y el Consell.